Meloni presume de triunfo: «El único gobierno reforzado por el voto en Europa»

El Gobierno sale reforzado y la primera ministra exulta, subrayando que el Ejecutivo italiano «es el más fuerte de Europa». En la coalición de Gobierno destaca también Forza Italia (9,64%). En su logotipo figura el nombre del fundador Silvio Berlusconi, fallecido hace un año. Se pronosticó entonces la posible desaparición del partido, pero ha obtenido un resultado superior a las expectativas, mejorando incluso los porcentajes obtenidos por Berlusconi en las últimas elecciones generales y europeas.

«Es un resultado histórico», ha dicho Tajani, vicepresidente y ministro de Asuntos Exteriores, que realizó una campaña en tono moderado y europeísta. Importante es el «sorpasso» de Forza Italia sobre la Liga de Matteo Salvini, que alcanzó el 9,03% de los votos, muy lejos del 34% en las elecciones europeas del 2019. Para evitar que su caída fuera aún más llamativa, Salvini decidió que la lista de la Liga estuviera encabezada por el general Roberto Vannacci, autor de un libro con éxio de ventas, «El mundo al revés», homófobo, racista y antieuropeísta. Vannacci realizó una campaña personal de nostalgia fascista, contraria a dirigentes destacados del partido, lo que llevó al abandono del fundador Umberto Bossi, quien anunció su voto a favor de Forza Italia.

Giorgia Meloni celebra hoy un doble éxito. No sólo aumenta su porcentaje personal de consenso de las últimas elecciones políticas, sino que también su Gobierno es el único de la Unión Europea que no sufre desgaste y sale reforzado políticamente. El resultado es calificado como sensacional por Giorgia Meloni: «Es clamoroso. Es muy importante políticamente y también conmovedor personalmente. Creo que está claro cómo en Europa todos los partidos gobernantes han sufrido en una fase tan difícil. Italia va totalmente en contra de esa tendencia y el resultado de Hermanos de Italia crece significativamente».

Destacó también Giorgia Meloni que todos los partidos de la coalición crecen, resultando «una mayoría gubernamental más fuerte y cohesionada»: «Hemos demostrado -añadió la primera ministra- que todos los partidos de centro derecha pueden crecer juntos. Representa un incentivo para seguir adelante, los italianos querían dar el mensaje claro de que nuestro trabajo debe continuar, con más determinación todavía. Entiendo la responsabilidad que implica haber tenido la confirmación que buscaba de los italianos: para ellos estamos en el camino correcto».

El extraordinario éxito de Giorgia Meloni no quiere decir que hoy Italia está a sus pies. En realidad, está dividido en dos.En conjunto, los partidos de la coalición de Gobierno que preside Meloni obtienen el 47% de los votos (en las elecciones generales llegaron al 43,79%), mientras los partidos de la oposición en el Parlamento superan el 48%. La diferencia está en que la coalición de derechas se muestra unida, a pesar de sus diferencias políticas, mientras que en los partidos de la oposición prevalecen odios personales y divisiones hoy por hoy insuperables.

Sin duda, en la izquierda es bueno el resultado del Partido Democrático, que supera ampliamente el ansiado umbral del 20%, alcanzando el 24,04%. En las elecciones europeas de hace 5 años, el PD logró el 22%, pero todavía no habían abandonado el partido Matteo Renzi ni Carlo Calenda que formaron dos fuerzas políticas centristas. Se pensó que al Partido Democrático le comerían mucho terreno el Movimiento 5 Estrellas (M5E) y los partidos de centro. No ha sido así.

El M5E, que fundó el cómico Grillo en el 2009, liderado hoy por el exprimer ministro Giuseppe Conte, obtuvo el 9,98% de los votos. Es un fuerte varapalo, porque hasta hace pocos meses Conte aspiraba a superar al PD. El M5E ha demostrado no tener una clase dirigente ni supo presentar en sus listas personajes que tuvieran atractivo electoral. A la izquierda del PD, obtiene un buen resultado la alianza Verdi e Sinistra (6,70%), que presentó en sus listas a Ilaria Salis, un nombre con tirón electoral.

La maestra de escuela Salis es una activista de extrema izquierda, arrestada en Hungría y conducida ante el Tribunal que la juzgó en Budapest con grilletes en manos y pies, confirmando la dureza del régimen de Orbán. El resto de los partidos o alianzas no superaron el umbral del 4%, porcentaje fijado por la ley electoral italiana para tener representación en el Parlamento europeo,, quedando excluidos los centristas Matteo Renzi, Carlo Calenda y Emma Bonino.

La baja afluencia a las urnas es una nota destacada en estas elecciones, sobre todo en el sur de Italia, demostrando que se ve muy distante a la Unión Europea. En realidad, la partida electoral se jugó en clave nacional y apenas se habló de la UE. Más de 51 millones de italianos estaban llamados a las urnas para elegir a 76 representantes de Italia en el Parlamento de Estrasburgo. Por primera vez en unas elecciones, la mayoría de los electores no se presentó a las urnas. Solo votó el 49,68% (en las europeas del 2019 lo hizo el 56,09%). La primera ministra Meloni considera que el abstencionismo refleja que la UE está alejada de los ciudadanos:

«Es una señal de que Europa se percibe como distante y que ha adoptado políticas que no son compartidas por los ciudadanos. Esto se puede ver en el hecho de que las fuerzas alternativas a la izquierda están creciendo en toda Europa». Giorgia Meloni añadió que el buen resultado obtenido por el partido de los Conservadores y Reformistas Europeos, que ella preside, supone un mensaje a la Unión Europea para realizar «políticas más pragmáticas, menos ideológicas y que en algunos casos son locas, como por ejemplo en el acuerdo verde; necesitamos -concluyó Meloni-una Europa más capaz de escuchar a los ciudadanos y que invada menos en la vida de las personas».