Investigan el asesinato de un adolescente negro por un disparo de la Policía desde el asiento trasero de un coche

El joven negro asesinado se llamaba Dalaneo Martin y se encontraba aparentemente dormido en un vehículo robado en Washington D.C. La investigación se ha anunciado después de que se publicaran las imágenes del tiroteo, ocurrido el pasado 18 de marzo.

Las cámaras corporales de los agentes muestran cómo, cerca de las 9 de la mañana de ese día, discuten sobre cómo arrestar al joven. «Una vez que lo rompas [el plástico de la ventana], se despertará, lo pondrá en marcha y lo pondrá en marcha. No queremos que nadie salga lastimado (...) Si no se sobresalta, no se despierta, entonces vamos a intentar entrar allí, agarrarlo antes de que ponga el auto en marcha. Si arranca déjalo ir», afirman los policías instantes antes de la intervención, según ha revelado 'CNN'.

Los agentes abren la puerta e intentan sacar al joven del asiento del conductor, otros dos policías entran por la parte de atrás.

En el momento del asalto, Martin pisa el acelerador: los policías que le sujetaban no logran retenerlo, mientras que uno de los que estaban detrás cae fuera del coche y el otro se queda dentro.

«¡Detente! Solo déjame salir, déjame ir. ¡Detente o dispararé!», dice el agente que se encuentra dentro del vehículo. Tras pronunciar estas palabras, se observa cómo apunta al joven. Segundos después dispara y el coche acaba estrellado contra una vivienda.

Según Reuters, los rostros de los oficiales estaban borrosos y ninguno ha sido identificado por la Policía, aunque la investigación ya se encuentra en marcha.

Desde la Oficina del Fiscal Federal en Washington se ha calificado las imágenes como «extremadamente perturbadoras». «La pérdida de una vida siempre es trágica, pero es especialmente desgarradora cuando se trata de un niño», afirma también el comunicado.

Según la Policía, se encontró un arma en el vehículo tras el registro. Otro vídeo muestra a los agentes prestando asistencia sanitaria al joven, pero el adolescente murió en el lugar de los hechos.

La Policía se ha comprometido a realizar una investigación «manera diligente y exhaustiva». La familia del chico ha pedido justicia y que el oficial y «todos los que jugaron un papel» vayan a la cárcel.

Por su parte, según el Washington Post, el sindicato de la Policía de Parques de Estados Unidos ha defendido al oficial autor de los disparos ya que sostienen que «hay una razón legal para que el policía esté en el coche» y añaden que «el uso de la fuerza estuvo justificado».