La Fiscalía ecuatoriana acusa al exvicepresidente Jorge Glas de causar un perjuicio al país de 190 millones de euros

En la Corte Nacional de Justicia, cuyo edificio y sus alrededores fueron blindados con piquetes de policías y con el cierre de vías, se realizó la audiencia del caso Reconstrucción de Manabí, proceso penal que involucra al exvicepresidente Jorge Glas y al exsecretario técnico de Reconstrucción de Manabí, nombre de la provincia que fue devastada por un terremoto de 7.8, el 16 de abril en 2016, que se cobró más de 700 vidas.

Glas llegó a la Corte Nacional en medio de un operativo especial de seguridad. Y la jueza Mercedes Caicedo que encabeza el Tribunal pidió la presencia de un equipo médico, de forma permanente.

El fiscal Toainga aseguró que los 2.614 millones de dólares que se recaudaron como contribución solidaria de un aporte del 2% del IVA, fueron distribuidos a voluntad y no cumplieron el objetivo de mitigar los efectos del terremoto, y presentó varios testigos que corroborando sus argumentos. Uno de ellos el ex procurador judicial del Consejo de Participación Ciudadana, Byron Pacheco, declaró que en un informe de la Secretaría Anticorrupción se descubrió que Carlos Bernal entregó 10 contratos por 165 millones de dólares a una compañía cuyo gerente era su cuñado.

La audiencia de juzgamiento había sido fijada originalmente para el 6 de junio pasado, pero no se desarrolló porque estaba pendiente un examen psiquiátrico a Jorge Glas, que solicitó su defensa, que habría buscado que su cliente fuera declarado inimputable y trasladado de la cárcel La Roca a un hospital psiquiátrico.

En la audiencia de este martes se conoció la pericia de la médica Ángela Salazar, psiquiatra especializada en neuropsicología y medicina legal, que determina que Jorge Glas padece de depresión grave y tiene alto riesgo de suicidio, pero que su conciencia e inteligencia se mantienen intactos, así como sus funciones cognitivas. También fue diagnosticado con «simulación consciente, es decir, que finge síntomas», por lo que no recomienda un internamiento psiquiátrico, sino que su atención psicológica continúa en la cárcel.

El abogado de Glas, Andrés Villegas, impugnó el informe psiquiátrico y pidió que se realice otro, pero el Tribunal rechazó el pedido e instaló la audiencia. El mismo abogado dijo que probaría que es falso que los once proyectos de infraestructura que forman parte del proceso no se alineaban al eje de inmediatez o urgencia por la reconstrucción como sostiene la Fiscalía.

En la misma línea, Roberto Calderón, defensor de Carlos Bernal, aseguró que las obras que se priorizaron fueron aprobados por unanimidad en el Comité de Reconstrucción y no únicamente por su defendido y el exvicepresidente, Jorge Glas. Añadió que no puede haber perjuicio alguno si las obras que son objeto de análisis en este juicio siguen brindando servicio; por lo tanto, pidió que se declare la nulidad de todo el caso.

Para Jorge Glas, quien fue vicepresidente de Rafael Correa durante cuatro años (2017-2021), y por pocos meses de Lenín Moreno, quien lo entregó a la justicia que lo requería, se trata del cuarto proceso por corrupción. Glas tiene sentencia ejecutoriada por asociación ilícita en el caso Odebrecht y por cohecho en el caso Sobornos 2012-2016, por el que está en la cárcel; en el caso Singue (tema petrolero) el juicio fue anulado, y este última sobre la Reconstrucción de Manabí se vislumbra fallará en su contra.