Bornholm: La estratégica isla danesa afectada por la fuga de gas ruso alberga un radar de la OTAN

Mientras se esclarecen las causas de lo ocurrido, que según los primeros indicios apuntan a un sabotaje, cabe destacar la importancia estratégica de la isla. Situada al este del país, entre la costa sur de Suecia y el norte de Polonia, alberga un radar militar de la OTAN. Con un radio de alcance de 470 km, el aparato es esencial para la supervisión de la actividad de aviación de la Alianza en la zona del Báltico. ¿Su labor? Advertir si un avión militar ruso se acerca al espacio aéreo de Dinamarca u otros miembros de la organización.

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Es el primer radar de los tres con los que cuenta el país y se instaló en Bornholm en 1953 -aunque el de verdadero alcance efectivo no llegó hasta 1962-. Era la época de la Guerra Fría, y por su especial situación geográfica, se encuentra a 120 millas náuticas al este del Telón de Acero y a solo 40 millas de la zona del Pacto de Varsovia más cercana. Todo ello convirtió a esta isla en un punto clave para realizar en ese periodo misiones de vigilancia aérea supersónicas.

Aunque la mayor parte de su historia ha estado controlada por Dinamarca, también estuvo en manos de Suecia y de la ciudad de Lubeca, durante siglos la capital de la Liga Hanseática, situada al norte de Alemania.

Fue ocupada por la Alemania nazi a comienzos de la II Guerra Mundial y sirvió como estación de vigilancia. Su posición, en el centro del mar Báltico, la convirtió en una importante fortaleza entre Alemania y Suecia. Y, para más inri, tiene en su haber un hito: el de albergar la última batalla librada entre las fuerzas del Ejército Rojo y los alemanes. Fue el 9 de mayo de 1945.

Conocida como la «isla del sol» por su clima o la «de las rocas» por las carcterísticas de su suelo, es muy visitada por cientos de turistas, especialmente los meses de verano.