Un asesino en serie encarcelado en Reino Unido confiesa el asesinato de una estudiante 24 años después
Levi Bellfield, conocido como el 'asesino del martillo', ha reconocido a la Policía que mató a la estudiante Elizabeth Chau en 1999
'La niña del aparcamiento', 'la 'mujer en la maleta' y otros 20 casos de muertes violentas que la Interpol pide ayuda para resolver
ABC
Es uno de esos asesinos en serie que aterrorizó a la sociedad británica hasta que acabó entre rejas. Pero Levi Bellfield, conocido como 'el asesino del martillo' o el de 'la parada de autobús', ha añadido otra víctima más a sus macabros registros de ... mujeres asesinadas y agredidas. Desde la prisión de Frankland, en el condado de Durham, donde cumple dos cadenas perpetuas, ha confesado a la Policía ser responsable de la muerte de una estudiante de 19 años que desapareció sin dejar rastro en 1999, Elizabeth Chau.
Bellfield deslizó ese hecho a un visitante de la prisión hace unos meses. La información llegó a los oídos de la Policía Metropolitana de Londres (Met) que envió este martes, siete meses después, a unos detectives de su unidad de homicidios sin resolver a la prisión, según informa el diario británico The Guardian. Seis horas de interrogatorio con el asesino en serie de 54 años han servido para que los agentes salieran con la confesión y una localización de enterró hace 24 años los restos sin vida de la joven.
«Las pesquisas continúan. Confirmamos que estamos en contacto con la familia de Elizabeth Chau. En este momento, no tenemos más comentarios que hacer», aseguraba oficialmente el cuerpo policial inglés tras el cara a cara en la cárcel.
Aparentemente, y según diversos medios ingleses, Bellfield no calló nada. Señaló a los detectives en un mapa un lugar del oeste de Londres donde habría enterrado el cuerpo de Chau y no escatimó «detalles horribles» sobre las últimas horas con vida de la estudiante. Según informa Daily Mail, también habría reconocido otras cinco intentonas de asesinar a otras mujeres.
Los agentes de la unidad de homicidios sin resolver tienen previsto volver al penal para seguir interrogando a Bellfield, aunque todavía se desconoce cuándo. Ahora se especula con que intentarán buscar el cuerpo en la localización que les ha dado en busca de pruebas forenses.
La familia de Cho se han mostrado «cauta» ante las novedades sobre el caso, aunque han reconocido que el asesino, en su nueva declaración ante los policías, reveló «datos que no eran de dominio público».
En cualquier caso, siguen defendiendo que, en la desaparición de Elizabeth, su género y su origen, nacida en Reino Unido pero de familia vietnamita, hizo que la Policía no pusiera en su momento todos los esfuerzos posibles en esclarecerla.
Elizabeth Cho era una estudiante de Informática de la universidad de Thames Valley de 19 años que desapareció en Londres la tarde del 19 de abril de 1999 sin dejar rastro. Ante la falta de evidencias, Scotland Yard lanzó en 2012 una petición de ayuda ciudadana sobre el caso y ofreció una recompensa de 15.000 libras.
El asesino del martillo
Levi Bellfield es un conocido asesino en serie británico que tiene el triste récord de ser el único preso del Reino Unido en estar cumpliendo dos cadenas perpetuas. Los casos que le llevaron a prisión son los asesinatos de Milly Dowler, de 13 años, en 2002; el de Marsha McDonnel, de 19, en 2003; y Amélie Delagrange, de 22 en 2004; además de por el intento de asesinato de Kate Sheedy, en 2004. Aunque se le vincula y se investiga su participación en varios asesinatos e intentos de mujeres más. Sus objetivos solían ser mujeres rubias y jóvenes. A varias las mató a golpe de martillo.
Con un larguísimo historial de condenas por delitos y de violencia, Bellfield se casó tres veces y tuvo once hijos. Además de su historial criminal, tenía un negocio de cepos antirrobos para coches y trabajaba como portero de discoteca, labor que, según la investigación, le ayudó a localizar posibles víctimas.
Fue detenido en noviembre de 2004 por el caso de Amélie Delagrange, pero pronto se le sumaron más. Desde entonces ha estado en prisión, donde ha tenido tiempo de convertirse al islam y cambiar su nombre al de Yusuf Rahim.
La investigación que llevó a su arresto inspiró la serie de la ITV 'Manhunt', que popularizó aún más su caso.
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