El asesinato de los asesores de la jefa de Gobierno de Ciudad de México golpea la política mexicana

En la noche del martes varios funcionarios del gobierno capitalino pidieron reuniones con el secretario de Seguridad de la Ciudad, Pablo Vázquez, para reclamar, de urgencia, que les asignaran vehículos blindados y guardaespaldas tanto a ellos como a sus núcleos familiares.

Y es que, en el transcurso de las horas, se conocieron detalles de la ejecución a tiros de Ximena Guzmán, secretaria particular de la jefa de gobierno y Pablo Muñoz, principal asesor político de su administración.

Se conoció, por ejemplo, que los atacantes realizaron labores de inteligencia previas, ya que estaban esperando al vehículo de Guzmán desde veinte minutos de que la funcionaria recogiera, sobre la Calzada de Tlalpan, una de las principales vialidades de la capital, a Muñoz, que era su pareja sentimental. Guzmán, que se movía en un vehículo convencional y sin escoltas, podría haber sido ejecutada en la puerta de su domicilio, pero el comando de sicarios que organizó el hecho eligió que este sea en una zona pública y casi a la misma hora que Claudia Sheinbaum ofrecía su conferencia matutina diaria, de modo que el tema estallara, como sucedió, cuando Sheinbaum se encontraba ante la prensa.

Todavía no se han registrado detenciones. Las cámaras de seguridad registraron al homicida que efectuó doce disparos, que estaba vestido de motociclista y que se fue de la escena del crimen a paso acelerado pero sin correr. El calculo generalizado es que se trataba de un sicario altamente preparado. A las pocas cuadras del hecho se encontró una motocicleta y luego una camioneta abandonada, que habrían servido de apoyo al asesino.

En el gabinete de seguridad de la capital mencionan a ABC que las primeras líneas de investigación apuntan a las células locales de dos cárteles de alcance nacional, el de Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa. Y es que, en los últimos meses, Brugada había logrado detener a operadores de ambos grupos que regentaban diversos negocios ilícitos en la Ciudad.

El crimen fue un mensaje directo para la jefa de gobierno. Brugada no tiene una pareja sentimental estable, no tiene hijos, su grupo familiar es mínimo y arrastra complicaciones de salud por una operación en sus caderas: la ejecución de sus asesores ha sido un golpe a su vida personal porque la jefa de gobierno los consideraba casi como de su familia.

Buena parte del gabinete de Brugada participó del velatorio en la noche del martes. La jefa de gobierno llegó acompañada de la consejera jurídica de Sheinabum, ambas visiblemente afectadas. Un grupo de policías custodiaban la ceremonia.

Horas antes, el pleno del Congreso de la Ciudad de México, con participación de todas las fuerzas políticas, había realizado un acto solemne en memoria de los colaboradores de Brugada.