Picaresca de guerra: la empresa ucraniana que fabrica 'armas señuelo' para que los rusos las destruyan

Sin embargo, Ucrania no siempre le ha apostado a emplear la última tecnología, ni tener el armamento más caro, ni el más funcional. Por el contrario, incluye antiguos métodos de defensa, prácticas que parecían olvidadas, y que a hoy siguen teniendo su función principal: ser destruidos.

Los esfuerzos ucranianos con señuelos militares podrían ser eficaces para contrarrestar la amenaza de los drones rusos, que actualmente están eliminando la artillería ucraniana. Por ello, empresas extractivas y siderúrgicas están detrás de ellas, ya que son eficaces para contrarrestar la amenaza y hacer que Rusia derroche su armamento.

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Empresas como Metinvest gestiona toda una cadena de producción, desde la extracción de mineral de hierro y carbón hasta la fabricación de productos de acero acabados y semiacabados, según informa su página web. Además, tienen presencia en Ucrania, Europa y EE.UU. y se destaca por no participar en la fabricación de armas.

Sin embargo, su línea de señuelos puede llegar a sorprender el nivel de realidad, sin la necesidad de elevar sus precios, y sin perder calidad, según información recopilada por la CNN.

«La guerra es cara y necesitamos que los rusos gasten dinero usando drones y misiles para destruir nuestros señuelos», explica el portavoz de Metinvest. «Después de todo, los drones y los misiles son caros. Nuestros modelos son mucho, mucho más baratos», añade.

La empresa ha logrado un equilibrio en la elección de materiales y la madera contrachapada, que no emite señal térmica para engañar a los radares y drones rusos, con suficiente metal para confundir los impactos.

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Desde cañones D-20 ucranianos, tubos de mortero, radares de defensa antiaérea y obuses M777 estadounidenses, estos son algunos de los elementos producidos para confundir a la sofisticada artillería rusa. Por ejemplo, la versión real de obús M777 cuesta varios millones de dólares, pero con el modelo de Metinvest cuesta menos de mil dólares, y solo requiere viejas tuberías de alcantarillado. Pero las fuerzas rusas pagarían lo suficiente por destruir cualquier cosa, pese a no ser real.

¿Cómo medir el éxito de los señuelos? Según afirma el portavoz «no contamos el número de señuelos producidos, sino el número de los destruidos, y esto es lo principal para nosotros». «Cuando antes destruyan nuestro diseño, mejor para nosotros». Esto obligaría a que Rusia pierda realmente sus defensas, dando un avance para el territorio ucraniano.

Ahora, y según la empresa, muchos centenares de señuelos han sido destruidos y siguen apostando en satisfacer las necesidades y demandas del ejército.

A inicios de este año, se comunicó que Ucrania también estaba haciendo uso de señuelos inflables para combatir los ataques de Rusia. Según Reuters, el Ejército ucraniano estaría empleando piezas de artillería, tanques y sistemas de misiles hinchables para agotar las municiones rusas.

La empresa checa Inflatech Decoy incluye en su lista de productos: tanques, radares, lanzadores de cohetes, aviones, objetivos navales, entre otros. Su objetivo es «llenar el vacío en el mercado de señuelos militares», según señala su página web. Además, mencionan que sus productos han sido probados y desarrollados en estrecha colaboración con las fuerzas armadas.

Estos productos se pueden inflar en el campo utilizando un soplador eléctrico o de gasolina. También cuenta con señal de calor para poder engañar los sensores infrarrojos.

Por ahora, no existen cifras exactas que demuestren si el armamento destruido por las fuerzas rusas eran reales o pertenecían a los señuelos inflables producidos por esta empresa. Sin embargo, es claro que Ucrania ha implementado estos señuelos para distraer y quitar fuerza militar a Rusia. Pues los señuelos y el engaño han tenido una historia casi tan larga como la guerra.