Argentina se convierte en el país con mayor inflación de Latinoamérica
El total del año 2023 alcanza el 211,4%, por encima del 193% de Venezuela
El Gobierno de Argentina y el FMI llegan a un acuerdo para desembolsar 4.200 millones de euros al país
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Iniciar sesiónEl mes de diciembre ha sido para los argentinos uno de los más terribles en materia de precios de los últimos años. A la ya galopante inflación, que venía causando estragos en los bolsillos de los ciudadanos, se sumó un escenario de desconcierto y ... la eliminación de algunos controles que habían sido implementados por la gestión del expresidente Alberto Fernández.
Esta semana se dieron a conocer las cifras que los consumidores ya sentían en su economía doméstica: la inflación en el último mes de 2023 fue de 25,5%. Con esta cifra, el total del año 2023 alcanza el 211,4%, por encima incluso de Venezuela –con un 193% en el año que terminó-.
De esta manera, al alto grado de conflictividad social, que ha ido en aumento desde que el Gobierno de Javier Milei anunció su paquete de medidas a pocos días de su llegada a la Casa Rosada, y que exhibe el descontento de gran parte de la sociedad, se suma ahora la posibilidad de una hiperinflación, que se concretaría si la inflación se ubicara en un 50% durante un periodo de tres meses consecutivos. El mandatario argentino se refirió a la cifra y sorprendió en sus declaraciones a una radio local al afirmar que la consideraba «un éxito». «Si la inflación está cerca del 25%, el éxito es tremendo», sostuvo.
Economía al rojo vivo
El dato inflacionario de diciembre representa el más alto de las últimas tres décadas en Argentina y llega a duplicar la cifra de noviembre, el último mes del Gobierno de Alberto Fernández, que era de 12,8%, de acuerdo con datos del Instituto de Estadística y Censos de Argentina (INDEC).
La cultura sale a la calle para intentar frenar a las medidas que impulsa Milei
Guadalupe Piñeiro MichelLa consigna que reunió a los manifestantes en distintos puntos del país fue el llamado a realizar un «cacerolazo cultural» en «repudio al intento de avasallar derechos»
Los aumentos que han hecho estragos en los bolsillos de los argentinos han sido sobre todo en bienes y servicios (30%), salud (32,6%), transporte (31,7%) y alimentos (29,7%).
El principal termómetro que permite medir la temperatura de la crisis inflacionaria en el país del tango son los supermercados, cuyos empleados se ven obligados a actualizar los precios de la mercadería más de una vez por día. A su vez, vuelven a escasear determinados productos –algo que ya no sorprende a los argentinos, tan habituados a la palabra inflación como al ritual del mate-.
Frente a este escenario, los consumidores apelan a estrategias ya conocidas: aprovechar todas las promociones y ofertas a disposición, recorrer varios supermercados para comparar precios y, en caso de tener algún resto de dinero, acumular productos en sus hogares por si luego escasean.
Crispación social
Además de la escalada inflacionaria –problema heredado de la gestión gubernamental anterior, pero que se ha incrementado exponencialmente-, el humor social en las calles de Argentina es poco optimista. Las versiones de posibles despidos en las empresas, publicas y privadas, hacen que el fantasma del paro deambule entre los principales miedos de los ciudadanos, que temen perder su empleo mientras ven cómo los precios se van por las nubes.
Más allá de las frecuentes «caceroladas», esta semana ha tenido lugar una movilización masiva en todo el país y se espera un fuerte incremento del grado de protesta. El próximo 24 de enero ya hay anunciada una huelga general masiva, y Argentina comienza de esta manera un año con un horizonte incierto, en el que los ciudadanos estarán pendientes de ver qué sucede y las promesas de campaña del Gobierno se pondrán a prueba.
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