Lo que se sabe del asesinato del candidato a la presidencia de Ecuador Fernando Villavicencio

Eran las 18.20 horas de la tarde en Quito. Villavicencio, de 59 años y natural de la población andina de Alausí, en la provincia de Chimborazo, salió del coliseo del Colegio Anderson y se despedía de sus simpatizantes mientras avanzaba hacia su camioneta que estaba aparcada en la entrada principal del lugar. Oficialmente no hay conclusivos sobre quién encargó la muerte del político, él había señalado al poderoso Cártel de Sinaloa. Sin embargo, un grupo de personas vestidas de negro y con la cara cubierta reivindicaron el crimen haciéndose pasar por la banda Los Lobos.

«Asumimos la responsabilidad de los hechos suscitados la tarde hoy (miércoles) y se volverá a repetir cuando los corruptos no cumplan su palabra», amenazan en un vídeo comunicado que circula en Twitter, en el que aparecen armados con fusiles.

Posteriormente, otro grupo de personas, en esta ocasión vestidas de blanco y con los rostros descubiertos se presentaron como los verdaderos Lobos y negaron los hechos: «Ecuador, no se dejen engañar. Nosotros somos el GDO (grupo de delincuencia organizada) 'Los lobos'. Nadie habla por nosotros, y sí cumplimos con la paz», expresaron.

Los lobos son la segunda agrupación delictiva más numerosa de Ecuador con una plantilla de 8.000 miembros en las prisiones del país que se dedica al tráfico y resguardo de cargamentos de droga, según en centro de pensamiento especializado en crimen organizado Insightcrime. «El grupo ha participado en varias sangrientas masacres carcelarias en Ecuador, que dejaron más de 315 reclusos muertos solo en 2021», refiere.

El ataque ocurrió cuando el candidato por el Movimiento Construye ya se encontraba en el vehículo. En un video difundido en redes sociales se observa cuando Villavicencio, escoltado por tres policías -uno al frente y dos a su espalda-, atraviesa la puerta principal del local. Apenas alcanza a subirse a la camioneta de color gris cuando se escuchan varias detonaciones, seguidas de gritos de los presentes. Los policías se tiran al suelo y la persona que filmaba la salida del candidato deja de grabar.

Los que estaban en el lugar aseguran haber escuchado una ráfaga y dicen que luego todo fue caos y el pánico. Como estar dentro de una escena de una película de terror, han descrito.

«A los 30 segundos que él pasa la puerta de entrada, comienzan los disparos, fueron muchos disparos», relató su amigo Carlos Figueroa, quien estuvo a su lado cuando se escondió en la selva para evitar ser encarcelado por injurias contra el expresidente Rafael Correa . «Lo emboscaron», agregó.

El candidato fue trasladado de urgencia a la Clínica de la Mujer, un centro de atención sanitaria aledaño, donde se confirmó su fallecimiento. Después las autoridades ordenaron llevar su cadáver al Instituto de Medicina Legal para seguir las diligencias.

Por su parte, la Fiscalía de Ecuador ha informado de la muerte de un sospechoso del ataque que resultó herido durante un tiroteo entre los sicarios y el personal de seguridad de Villavicencio.

«Un sospechoso, que resultó herido durante el cruce de balas con el personal de seguridad, fue aprehendido y trasladado malherido hasta la Unidad de Flagrancia en Quito. Una ambulancia de los Bomberos confirmó su deceso. La Policía de Ecuador procede con el levantamiento del cadáver», detalló la autoridad en su cuenta en Twitter.

El atentado se ha saldado con al menos nueve personas heridas, según los reportes preliminares. Entre los lesionados se encuentran la candidata al Parlamento Gissela Molina, quien acompañaba a Villavicencio en el mitin donde sufrió el ataque, y dos policías.

El exasambleísta Ricardo Vanegas, amigo personal de Fernando Villavicencio, confirmó que Molina es una de las personas heridas en el tiroteo y dijo que sufrió una afectación en el ojo.

Las autoridades todavía no ofrecen detalles de la condición de las personas heridas que fueron trasladadas al hospital.

La Fiscalía de Ecuador ha avanzado que seis personas fueron detenidas durante la noche de este miércoles como sospechosas del atentado contra el presidenciable ecuatoriano que figuraba como segundo favorito en las encuestas de intensión de voto.

Las detenciones se realizaron durante una serie de allanamientos realizados en Conocoto y San Bartolo, dos barrios de la capital ecuatoriana, según la fuente oficial.

Después del atentado, medios locales informaron que los agentes policiales investigaban la posibilidad de la colocación de un artefacto explosivo en el colegio donde se realizó el acto de campaña.

La Policía no se ha referido a este asunto, pero en el lugar dirigió dos explosiones controladas.

Ante la gravedad del hecho, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, ha declarado un estado de excepción por 60 días en todo el país que está enfocado en reforzar la seguridad y garantizar el llamado a las urnas, que se mantiene «inalterable» para el próximo 20 de agosto.

«Este es un crimen político que adquiere un carácter terrorista y no dudamos que este asesinato sea un intento de sabotear el proceso electoral», agregó Lasso.

El mandatario también declaró tres días de luto nacional «para honrar la memoria de un patriota, de Fernando Villavicencio Valencia».

El atentado que el Ejecutivo ecuatoriano ha calificado de «crimen político » que sacude a la sociedad ecuatoriana y genera la condena y solidaridad de la comunidad internacional, para Verónica Saráuz, esposa de Fernando Villavicencio, es el resultado de varios fallos en el protocolo de su seguridad.

Las primeras declaraciones de la viuda han sido un fuerte reproche al Gobierno y al equipo a cargo de la custodia del candidato que, pese a que sabían que corría peligro no adoptaron un protocolo que redujera su vulnerabilidad al crimen organizado, dejándolo subir a una «triste camioneta».

«Aquí pasó el equipo de seguridad de Fernando, pasó el jefe de logística y seguridad. Fernando tenía que haber salido por el aparcamiento de atrás, como lo hizo el general Patricio Carrillo, con la escolta de la Policía», dijo en una entrevista a la colombiana Radio Élite.

Saráuz insistió en que el éxito de la operación criminal contra su esposo fue por un error de su equipo. «Lo tenían que haber sacado con un carro blindado y no dejarle salir por la principal para que subiera en una triste camioneta», dijo.

Villavicencio identificó públicamente al Cártel de de Sinaloa como la estructura criminal detrás de las amenazas de muerte que denunció y que eran extensivas a su equipo.

«En un parte policial en el que se revela una gravísima amenaza de uno de los capos del Cártel de Sinaloa, me refiero a alias 'Fito', en mi contra y en contra de mi equipo de campaña con una advertencia que si sigo refiriéndome a él y a su estructura, ellos atacarán en mi contra o atentarán contra mi vida», dijo a la prensa ecuatoriana apenas en julio.

«No tengo miedo», repitió dos veces en esa comparecencia. Entre otras cosas, Villavicencio valoró esas amenazas como una evidencia de que su propuesta de campaña afectaba «gravemente a estas estructuras criminales y aquí estoy yo dando la cara», sostuvo. «Veinte años me he jugado en este país en contra de estas estructuras delictivas y reitero: no les tengo miedo y ratifico mi planteamiento de crear una cárcel especial de altísima seguridad. Será una de las primeras obras que impulsaré apenas asuma el mando para trasladar a 'Fito' y a otros capos del narcotráfico, sicarios y otros criminales a esta cárcel de máxima seguridad», sentenció.

Alias Fito, es el líder de una banda delincuencial llamada 'Los Choneros' que purga prisión en la cárcel Regional del Guayas.