Zelaya regresa a Honduras para recuperar el poder

En un avión venezolano aterrizaba «Mel» junto a su esposa y otros familiares , así como algunos de sus colaboradores que lo acompañaron en el exilio en República Dominicana: la canciller Patricia Rodas; el ministro de la Presidencia, Enrique Flores, o el cura salvadoreño Andrés Tamayo, expulsado durante el gobierno interino de Roberto Micheletti. Además, representantes de la izquierda europea y latinoamericana y organismos no gubernamentales: el canciller venezolano Nicolás Maduro, la senadora colombiana Piedad Córdoba, la antigua comandante del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, Nidia Díaz, el ex presidente panameño Martín Torrijos y miembros del Parlamento Andino y del Parlamento Centroamericano.

En la capital los esperaba José Miguel Insulza, secretario general de la OEA, organismo que se prepara para readmitir a Honduras en su seno, merced al acuerdo de Cartagena auspiciado la pasada semana por los presidentes de Venezuela y Colombia, Hugo Chávez y José Manuel Santos.

Tras reunirse con el presidente Porfirio Lobo en la Casa Presidencial, su antiguo despacho, Zelaya descansa ya en sus tierras de Olancho. «Mel» insistió a su regreso en que «vamos a la Constituyente para recuperar el poder». Su intento de realizar una consulta ilegal para convocar una Asamblea, pretensión que fue desautorizada por todas las instituciones del Estado, fue la causa de que el Supremo dictara una orden de detención en su contra . El comando militar encargado de ejecutarla lo sacó en un avión, de madrugada, con destino a Costa Rica, en lugar de presentarlo ante un juez como hubiera sido preceptivo.