Trump dice que habrá una «guerra civil» si el «impeachment» sale adelante

El presidente ha tratado de movilizar a sus aliados en el Capitolio para que se sumen a su defensa. Sin embargo, la gran mayoría de republicanos mantiene de momento un escrupuloso silencio . Los que se ven obligados a hablar se ajustan a lo que marca la legalidad más estricta.

Por ejemplo, al ser preguntado ayer sobre si facilitaría el juicio político del presidente en el Senado, el líder de la mayoría republicana en esa cámara, Mitch McConnell, dijo que si los demócratas aprueban el «impeachment» en la Cámara de Representantes, a él no le quedaría más remedio que acatarlo. «No puedo hacer otra cosa. Ahora bien, otra cosa distinta es cuánto tardaría todo el proceso», dijo en una entrevista en la cadena CNBC. Los demócratas acusan a Trump de presionar a Ucrania para que investigue a Joe Biden, quien según las encuestas podría ser su rival en las elecciones del año que viene.

Furioso al verse en este juicio político, abierto sólo cuatro veces en la historia de EE.UU., Trump ha optado por contraatacar con una retahíla de comentarios incendiarios. «Si los demócratas lograran recusar al presidente (algo que nunca podrán hacer) esto causaría una fractura simila r a una guerra civil en esta nación, de la cual el país nunca se curará», dijo el presidente el domingo citando a un reverendo conservador que había sido entrevistado en el canal Fox News.

La referencia a la guerra civil norteamericana, en la que murieron 600.000 personas, provocó ayer algo hasta ahora poco frecuente: la repulsa de un primer republicano. El diputado Adam Kinzinger calificó los comentarios de Trump de «repugnantes» . «He estado en naciones rotas por guerras civiles y nunca me imaginé escucharle algo así a un presidente», dijo este veterano de las guerras de Irak y Afganistán que representa a un suburbio de Chicago en el Capitolio.

Mientras los demócratas negocian con el funcionario que ha abierto la crisis del ‘impeachment’ los términos según los cuales testificará en el Capitolio, el presidente ha pedido verse cara a cara con él, a la vez que le ha acusado de mentir y de injuriarle. Ayer Trump sugirió también en Twitter que podría ordenar el arresto del presidente de la comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, el demócrata Adam Schiff. «¿Detenerle por alta traición ?», se preguntó ayer el presidente.

Esta semana comenzarán las vistas orales, algunas a puerta cerrada y otras abiertas al público, durante las cuales los demócratas decidirán si votan la recusación («impeachment») del presidente en la Cámara de Representantes. Si esta es aprobada, el Senado debe juzgar al presidente por sus supuestos delitos . Para condenarle y expulsarle de la Casa Blanca se necesita una supermayoría de dos tercios de los votos. Es decir: al menos 20 republicanos deberían sumarse a los demócratas.

Para incomodidad de Trump, algunos analistas y medios norteamericanos ya han comenzado a elucubrar sobre cómo sería la presidencia de Mike Pence , ya que si Trump es recusado, el vicepresidente ocupará su lugar.

En lo que supone el inicio formal de la investigación para recusar al presidente de Estados Unidos, los demócratas en el Capitolio citaron este lunes a su abogado personal, Rudy Giuliani , para que haga entrega de documentos relativos a sus contactos con el Gobierno de Ucrania y ofrezca explicaciones sobre el viaje que hizo a Madrid el 2 de agosto a verse con un abogado que asesora al presidente de ese país, Volodimir Zelensky. Los demócratas quieren determinar si Donald Trump se sirvió de ese abogado para forzar a Ucrania a investigar a Joe Biden, quien según las encuestas podría medirse con él en las elecciones del año próximo.

Aunque en teoría el Capitolio comenzó ayer un receso de una semana, los demócratas permanecen en Washington y han empezado a emitir citaciones para acelerar y poder votar el llamado «impeachment» (recusación) antes de final de año. De las seis comisiones de la Cámara de Representantes que investigan a Trump, tres han pedido ya documentos a Giuliani: la de Inteligencia, la de Exteriores y la de Control al Gobierno. Giuliani, por su parte, ha dicho que sólo cooperará con las investigaciones si el presidente le da permiso para ello, ya que le ampara el secreto profesional entre un abogado y su cliente.

La investigación deberá determinar si Trump retuvo ayudas de 400 millones de dólares aprobadas por el Capitolio para la defensa de Ucrania a cambio de que este país investigara a Biden. El presidente mantiene que Biden abusó de su poder como vicepresidente de EE.UU. al forzar en 2016 el despido de un fiscal ucraniano que había investigado la empresa energética Burisma, en la que a la sazón trabajaba su hijo, Hunter Biden .

Tras una conversación telefónica con Zelensky el 25 de julio, Trump envió a Giuliani a Madrid a una reunión con un abogado ucraniano, Andrei Yermak . Preguntado por la logística y motivo de ese viaje, Giuliani ha dicho que fue una mezcla de negocios y de placer y que él se pagó de su bolsillo el transporte y el alojamiento. Ahora los demócratas en el Capitolio le piden que lo demuestre con documentos.

Además de Giuliani, el secretario de Estado, Mike Pompeo , también ha recibido una citación para entregar documentos diplomáticos sobre los contactos de Trump con Zelensky, que accedió a la presidencia ucraniana en mayo. Otros cinco funcionarios norteamericanos han sido llamados a testificar en una serie de vistas que tendrán lugar en los próximos días en el Capitolio.