Suecia reparte folletos a su población sobre qué hacer en caso de guerra con Rusia

En la actualización de las instrucciones a la población civil, cuya última edición había sido publicada en los años 80, se contemplan también situaciones como ataques terroristas o conflictos armados, además de grandes traslados de población o llegada masiva de refugiados. El panfleto, de 20 páginas y que incluye indicaciones como la ubicación de los búnkers y otros espacios de protección como «túneles y sótanos». También contiene un apartado dirigido directamente a combatir la propaganda y las informaciones falsas en un contexto pre electoral. Sea cual sea la forma que tome la amenaza, se insta a los suecos a plantar resistencia al atacante. «Todos tenemos la responsabilidad de la seguridad y de la preparación de nuestro país, por eso es importante para todos tener conocimiento sobre cómo podemos contribuir si algo serio ocurre», ha justificado además en un comunicado Dan Eliasson, el director de MSB.

Los medios suecos han identificado al supuesto enemigo como la nueva amenaza rusa, aunque Christina Andersson, responsable de la campaña de sensibilización, asegura que «se trata de unas instrucciones genéricas que todos los civiles deben conocer por su propia seguridad» y no destinadas a hacer frente a un enemigo concreto. La MSB describe la situación de seguridad general como «inestable» e «impredecible», por lo que justifica que el gobierno tenga la voluntad de informar a sus ciudadanos en «situaciones de emergencia, crisis del tiempo de paz y en el extremo de la guerra».

Desde la anexión de la península ucrania de Crimea en 2014 por parte Rusia, el país nórdico ha enviado tropas a la isla de Gotland y ha restablecido desde 2016 el servicio militar obligatorio para hombres y mujeres. A finales de año, la OTAN iniciará en Noruega ejercicios militares con 35.000 soldados en el Ártico.

Suecia celebra en septiembre unas elecciones generales marcadas por un contexto de inestabilidad social en el que la ultraderecha sube en las encuestas como reacción a las políticas de puertas abiertas que mantuvo el Ejecutivo sueco durante la crisis de refugiados de 2015 . Suecia se convirtió entonces en el segundo destino más popular al que consiguieron llegar alrededor de 160.000 solicitantes de asilo, según Eurostat, después de Alemania.