Agencias de viajes, vuelos y taxis hasta la frontera: así se desata la crisis migratoria entre Bielorrusia y Polonia

[Buena parte de la información que llega es contradictoria y procedente de medios de la zona y alemanes. En este artículo recopilamos lo que sabemos hasta el momento]

L a Unión Europea acusa al presidente bielorruso Alexander Lukashenko de desatar una 'guerra híbrida' contra Polonia y los Bálticos: esto es, utilizar a los migrantes como peones y diseñar esta crisis como venganza por las sanciones impuestas a Minsk por sus violaciones de los derechos humanos y la represión contra la oposición. Bruselas y Varsovia creen que la presión migratoria irregular en la frontera está orquestada por Bielorrusia con el apoyo tácito de Moscú, principal sostén internacional del régimen.

En verano de 2020 Bielorrusia vivió las protestas más masivas en años contra el 'caudillo' postcomunista, Alexander Lukashenko , por las sombras de pucherazo electoral con la que pretendía atornillarse aún más en el poder. El último dictador de herencia comunista que todavía rige en Europa, el régimen de Minsk aumentó todavía más la represión contra la oposición al régimen, la resistencia democrática liderada por mujeres.

Como represalia contra sus países vecinos por ayudar a la oposición liderada por mujeres en Bielorrusia (reconocidas con el premio Sajarov del Parlamento Europeo en 2020) y las medidas restrictivas adoptadas por la UE, en junio de 2021 Bielorrusia comenzó a organizar vuelos y viajes internos para facilitar el tránsito de migrantes hacia la UE, según denuncia la UE. El flujo se dirigió primero hacia Lituania (que registró 4.000 llegadas hasta agosto, desde entonces el goteo de llegadas se ha congelado, según la visualización de datos de Mediendienst Integration ), para más tarde canalizarse hacia Letonia y, sobre todo, Polonia .

Medios bielorrusos, difícilmente independientes, han publicado que entre 10.000 y 15.000 inmigrantes procedentes de Oriente Próximo se encuentran en Bielorrusia en estos momentos. Desde Bruselas y Varsovia son, en cambio, más cautos con las cifras y las bajan a 2.000 apostados en estos momentos en la frontera entre Bielorrusia y Polonia. Según la radio polaca RMF, 200 personas habían intentado traspasar la frontera el martes por la tarde, y un segundo grupo de unas 60 personas lo había intentado pasada la medianoche. Hasta el momento, Polonia ha sido el país con más llegadas, especialmente en torno a su principal cruce fronterizo en Kuznica , al noreste de Polonia. El punto más importante al otro lado de la frontera es la región de Grodno , que está también cerca de la frontera lituana.

Según informaciones de medios como DW, el coste de los viajes puede ascender hasta los 12.000 y 15.000 euros , incluyendo visados, vuelos y por supuesto ser 'colados' por las mafias de la inmigración a través de las fronteras terrestres. El grueso de los vuelos desde Oriente Próximo a Minsk, en muchos casos pasando por el aeropuerto de Moscú como centro de operaciones, empezó la pasada primavera. Luego viajan a la frontera con Polonia, Lituania o Letonia, en taxi, autobús o automóviles proporcionados por traficantes de personas e intentan cruzar. Si tienen éxito, solicitan asilo en Polonia o se ponen en contacto con familiares o más traficantes que pueden llevarlos a Europa occidental, sobre todo Alemania.

La mayoría de los migrantes vienen como 'turistas' contratando los servicios de agencias de viaje en sus países de origen. Según Reuters , estas mantienen acuerdos comerciales con empresas bielorrusas para ofrecer paquetes turísticos que incluyen desde el visado (expedidos en consulados bielorrusos de capitales como Ankara o Beirut y en ciudades como Erbil , en el Kurdistán iraquí) hasta los vuelos y el transporte terrestre. Hace unos días, autoridades bielorrusas en la región iraquí anunciaron el cierre de sus oficinas en Irak ante el aumento del flujo irregular hacia Minsk con destino la UE.

Según Belsat.eu, canal de la televisión bielorrusa, ha informado sobre cerca de 12 agencias de viajes de Bielorrusia que han estado operando con el beneplácito de Minsk.

Cabe recordar que, desde el pasado junio, la UE prohíbe los vuelos de las aerolíneas bielorrusas en su espacio aéreo. Tampoco pueden hacer uso de los aeropuertos en territorio comunitario.

La Unión Europea está cerca de imponer más sanciones a Bielorrusia, dirigidas a unas 30 personas y entidades, entre ellas el ministro de Relaciones Exteriores y la aerolínea nacional bielorrusa Belavia , ha informado Reuters citando a tres diplomáticos de la UE.

Desde Bruselas, la Unión Europea está monitoreando los vuelos a Bielorrusia y las aerolíneas implicadas. Según un portavoz de la Comisión, se han registrado vuelos desde países como Marruecos, Siria, Irán, Qatar, Sudáfrica, Somalia, India, Sri Lanka, Venezuela, Rusia, Azerbaiyán, Túnez, Argelia, Libia y Yemen.

La cadena alemana DW apunta a que varias empresas registradas en la UE están alquilando aviones a Belavia, que opera vuelos directos a Minsk desde Estambul, Dubai y otras ciudades de la región. Según este canal, el número de vuelos a Bielorrusia cada semana ha aumentado en más de 50 desde el inicio de la crisis fronteriza.

Polonia , que ha sellado su frontera desplegando a más de 12.000 soldados en la frontera, teme que Minsk intente provocar una escalada armada en la región. Según periodistas locales, un número de teléfono controlado por las autoridades polacas que suele enviar avisos -sobre temporales u otro tipo de incidencias- a los que se han registrado a la llegada al país está avisando en inglés a los que están rondando la frontera que los militares bielorrusos les han mentido y que no es verdad que tengan las puertas abiertas a la entrada a la zona Schengen.

Otros Estados miembro de la UE envueltos en esta crisis como Lituania han declarado el estado de emergencia y en Estonia hablan de la mayor crisis de seguridad de la región desde la caída del telón de acero.

En cuanto a la implicación de las fuerzas bielorrusas, este miércoles el portal especializado EU Observer publica en exclusiva - citando a un antiguo embajador de Bielorrusia en Francia y Polonia- que el régimen habría entrenado a veteranos de guerra afganos e iraquíes para llevar a cabo ataques armados en la frontera polaca.

Más allá de las sanciones que pueda imponer, a priori Bruselas está legalmente limitada en su acción más allá del papel que pueda jugar Frontex, su agencia fronteriza y con sede en Varsovia. La UE y sus Estados miembros comparten las competencias en el ámbito de la inmigración.

«Sellar la frontera polaca es de interés nacional. Pero hoy está en juego la estabilidad y la seguridad de toda la UE. Este ataque híbrido del régimen de Lukashenko está dirigido a todos nosotros. No seremos intimidados y defenderemos la paz en Europa con nuestros socios de la OTAN y la UE», tuiteó ayer el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki .

Mientras que Lituania ha pedido ayuda a Frontex, Europol y la Oficina Europea de Apoyo al Asilo (EASO), Polonia -en plena batalla legal contra la UE por el Estado de derecho y una sentencia del Constitucional polaco que no reconoce la primacía del derecho europeo- no ha solicitado el apoyo de la UE. La Comisión se ha ofrecido a ayudar reforzando la presencia de Frontex , así como a ayudar con la verificación de antecedentes de solicitantes de asilo y migrantes. Varsovia insiste en que por el momento se ve capaz de gestionar la situación por sí sola.

Poco o nada se sabe sobre las consecuencias y qué va a deparar esta escalada de tensión en la frontera de la UE con Bielorrusia. De momento, el veterano ministro de Exteriores ruso, Serguei Lavrov , ha dejado caer que la UE debería apoyar económicamente a Minsk para tratar de contener los flujos migratorios, inspirándose en el acuerdo vigente entre Bruselas y Ankara. «La UE pagó a Turquía para mantener a los refugiados en territorio turco. ¿Por qué la UE no puede ayudar a los bielorrusos que tienen que encargarse de proporcionar una vida normal a esos refugiados que Polonia y Lituania no quieren ni ver en su territorio?», apuntó ayer Lavrov en una rueda de prensa conjunta con el secretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, Paul Richard Gallagher.

Este acuerdo con Turquía al que alude Lavrov , aprobado en el marco de la crisis migratoria de 2015-2016 desatada, especialmente, por la guerra en Siria, cumplió un lustro el pasado marzo.