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Solo cuatro presidentes en la toma de posesión de Alberto Fernández en Argentina

El presidente de Brasil rechazó la invitación de asistir a los actos oficiales, pero ordenó a última hora que su vicepresidente Hamilton Mourano viajara a Buenos Aires

El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y su esposa Lis Cuesta, participan en una ofrenda floral al monumento del libertador argentino José de San Martín, este lunes, en Buenos Aires Efe

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La historia no se repite en Argentina , pero esta versión se le parece mucho. Alberto y Cristina Fernández vuelven este martes a la Casa Rosada. El primero como presidente y la última, cuatro años más tarde, como vicepresidenta. Los actos del traspaso de mando, en esta ocasión, no llegan acompañados de escándalos ni de negativas a entregar «los atributos del mando», como sucedió hace cuatro años. Mauricio Macri hará lo que su antecesora rechazó: pasará el testigo del bastón y la banda presidencial (una versión nueva) a su sucesor. En este caso, y por deseo del primer Fernández (Alberto), será en el Congreso.

La investidura de «los Fernández» se celebrará con ausencias importantes. La más sonada, quizás, sea el portazo de Jair Bolsonaro . El presidente de Brasil rechazó la invitación de asistir a los actos oficiales, pero ordenó a última hora que su vicepresidente, Hamilton Mourano viajara a Buenos Aires. El ministro Osmar Terra tuvo que anular un viaje y una agenda destinada a suavizar las tensiones bilaterales. El Gobierno de Fernández tendrá que hacer malabares para reconducir las relaciones con su principal socio comercial y evitar que el agónico Mercosur (Mercado Común Suramericano) desaparezca y con él se esfume el tratado de libre comercio con la UE.

Relación tirante con Israel

En ese mismo terreno del «no», pero con sensibilidades aún más a flor de piel, Fernández deberá moverse con Israel tras comunicarle Benjamin Netanyahu que tampoco aceptaba su invitación y, al estilo Bolsonaro, retirar la delegación de alto nivel prevista para viajar con el ministro Akunis. En este caso, las razones, no confesadas, son dos. La primera, por el conocido «pacto con Irán» (2013) suscrito por Cristina Fernández. La expresidenta fue acusada por el fiscal Alberto Nisman (asesinado, según un informe de la Gendarmería Nacional) y está procesada por presunto encubrimiento de los responsables del atentado a la AMIA en julio de 1994, que dejó 86 víctimas mortales. El Gobierno de Mauricio Macri designó a un embajador político en Israel (Mariano Caucino), cuyo principal misión fue recuperar la confianza entre ambas Administraciones.

El otro motivo del rechazo se encuentra en las declaraciones inoportunas de la, a partir de hoy, ministra de Seguridad, Sabina Frederic. Las autoridades de Israel expresaron su preocupación por la posibilidad de que el nuevo Gobierno derogue la calificación de organización terrorista decretada por Macri a Hizbolá. La ministra consideró que mantener esa etiqueta era «comprarnos un problema que no tenemos». La Justicia considera que Hizbolá estuvo detrás del ataque a la Embajada de Israel, así como de la Amia.

Tampoco estará presente en la investidura el presidente Iván Duque . Colombia es el ùltimo país de la región andina que sufre las sacudidas del hervidero social que atravesaron –por diferentes motivos– Ecuador, Perú, Chile y Bolivia.

Lenín Moreno , presidente que le dio la puntilla a Unasur y ordenó retirar una estatua de Néstor Kirchner en Quito, permanecerá en la capital ecuatoriana. En La Paz se quedará Jeanine Añez . La presidenta interina jamás recibió la invitación de Buenos Aires, detalle que la alivió, porque en la capital argentina no se hubiera «sentido cómoda» (sic). Alberto y Cristina Fernández consideran que Evo Morales fue víctima de un golpe de Estado y, a diferencia de Macri, no reconocen el gobierno de transición de Bolivia.

En este contexto o clima enrarecido entre los vecinos más próximos y lejanos, Uruguay puso la nota de la concordia. Tabaré Vázquez y Lacalle Pou , presidente en ejercicio y electo respectivamente, cruzaran juntos el río de La Plata para estar presentes en la investidura y Sebastián Piñera pese a la crisis, cruzará los Andes en un viaje relámpago para no hacer el feo al futuro Gobierno.

Con el paraguayo Mario Abdo Benítez y el dictador cubano Miguel Díaz-Canel que llegó el domingo, serán apenas cuatro los presidentes de la región que verán en vivo y en directo el regreso, oficial, del «perokirchnerismo» al poder. La presidente del Senado, Pilar Llop , estará en representación de España.

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