Uno de los sindicalistas favoritos de Kirchner, acusado de «cómplice de la dictadura»

Entre 1981 y 1984 Martínez trabajó para el servicio de Inteligencia de Campo de Mayo , destacamento militar reconvertido en centro clandestino de detención en los años de plomo. Allí, según reveló una investigación de Marcelo Larraquy publicada en "Clarín" , se le conocía por su nombre de guerra: Gabriel Antonio Mansilla. El matutino publicó la hoja de servicios donde el Ejercito le identifica como un “agente leal y útil”.

Las primeras denuncias contra Martínez las realizó el pasado año otro sindicato de la construcción, el Sitrac, junto a un grupo de organizaciones civiles. La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación reconoció entonces que Martínez figuraba en el listado de informantes a sueldo del Batallón 601 de Campo de Mayo aunque matizó que había operado entre marzo de 1982 y diciembre de 1983.

Martínez dijo entonces que fue convocado para colaborar en la reconstrucción, tras la guerra de Las Malvinas una vez que Argentina se hicera con el control del archipiélago, extremo que no sucedió.

Según el sindicalista, no tuvo “nada que ver con la dictadura, ni había firmado nada”. El informe y los documentos oficiales reproducidos por "Clarín" demuestran que no dijo la verdad . Su expediente, entre otros detalles, recoge el cobro de su nómina de octubre de 1981. En el mismo se advierte que se incorporó como espía a los 25 años y deja constancia de que, como reconocimiento a su buen hacer en tareas de inteligencia y contrainteligencia, en “horario completo”, el capitán Raúl Fernando Delaico le recomendó para un ascenso. Su especialidad era “Agente de Reunión en el ámbito gremial” aunque ahora se investiga si participó de "interrogatorios".

Gerardo Martínez, o Gabriel Antonio Mansilla, está denunciado ante la justicia desde el año pasado. No obstante, posaba el 16 de este mes junto a Cristina Fernández y otros sindicalistas en la Casa Rosada. La presidenta, pese a que era pública la denuncia contra el ex agente de la dictadura, le sentó a su diestra.