La ultraderechista Marine Le Pen , que ha sido el tercer candidato más votado en la primera ronda de las presidenciales francesas, se ha congratulado del resultado obtenido y de figurar, a su juicio, como la única fuerza de oposición a la izquierda ante ... la «debilidad» del partido del presidente y candidato Nicolas Sarkozy.
En una intervención tras conocerse las primeras estimaciones, que le concedían en torno al 18% de los votos, la candidata de la derecha más extrema advirtió de que « la batalla de Francia no ha hecho más que empezar , queridos amigos».
«Hemos hecho explotar el monopolio de los dos partidos de la banca y de las finanzas [...] hemos llevado más alto que nunca las ideas nacionales, pero no se trata más que de un comienzo», dijo la líder del Frente Nacional en su primera comparecencia desde el cierre de los colegios electorales. Le Pen ha reconocido que necesita el apoyo de sus militantes « para devolverle al pueblo francés su orgullo », pero se mostró confiada de imponer todos juntos «el gran cambio». «Todo es posible todos unidos», dijo la ultraderechista, que anunció que el camino que pretende emprender es el de la restauración del poder adquisitivo o el de la devolución a los ciudadanos de «la alegría de ser francés».
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