Problemas de seguridad impiden que otros 31 refugiados lleguen mañana a España

El Ministerio de Interior español ha descartado a 31 refugiados que, formando parte de un grupo de 50, estaba previsto que debían de partir mañana desde el aeropuerto romano de Ciampino para ser reubicados en España. La decisión se ha adoptado por cuestiones de seguridad: La Secretaría de Estado de Seguridad no ha considerado idóneo el historial de algunos refugiados y se ha negado a autorizar el envío de 31 refugiados, de un total de 50, que las autoridades italianas han logrado seleccionar, tras un largo y difícil proceso de identificación de los refugiados, que incluye nacionalidad, su historial, nivel de formación y análisis médicos.

El miércoles el ministro de Interior italiano, Angelino Alfano , anunció a bombo y platillo, ante las Comisiones de asuntos constitucionales de la Cámara y del Senado que todo estaba listo para mandar medio centenar de refugiados a España: «El domingo partirán 50 refugiados para España» , aseguró el ministro, añadiendo con orgullo: «Hemos comenzado con la redistribución de los que peticionarios de asilo, algo que hace pocos meses nadie lo creía posible». El ministro precisó que será un proceso a medio y largo plazo, que se desarrollará en dos años. Lo que entonces no imaginaba el ministro es que pocas horas después las autoridades españolas iban a comunicarle que solamente se aceptaban 19 de la lista del grupo de 50 que, como él mismo anunció, Italia había seleccionado con destino a España.

La situación que se ha creado ha sido embarazosa y las autoridades españolas han mostrado la máxima cautela para no molestar a Italia, sobre todo a Alfano, que se ha visto desmentido por los hechos, después de su anuncio en el Parlamento. De ahí que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Saénz de Santamaría , haya pronunciado palabras muy medidas en la conferencia de prensa tras el Consejo de ministros: Es «una experiencia piloto»;«hay que hacerlo muy bien». Se está «en un proceso de documentación y organización» en colaboración con el gobierno italiano y distintas ONG; En efecto, se trata de un proceso delicado: delegados de Europol, ACNUR, Frontex y Easo hacen una selección entre refugiados políticos y ciudadanos que emigran por motivos económicos. A estos últimos Italia les abre un expediente de expulsión a sus países de origen.

Además de las razones de seguridad al analizar los informes, España examina con cuidado los perfiles de los refugiados , comprobando incluso cuáles son sus necesidades, para facilitar su posterior distribución en las comunidades autónomas y en centros adecuados.

Italia no permite que se haga una selección de los refugiados , como hubieran deseado los países receptores. Pero éstos sí pueden optar, como ha hecho España, por no aceptar algunos de los refugiados identificados por Italia, tras examinar el detallado informe de cada emigrante que elaboran las autoridades italianas.

El pasado 26 de octubre se reunieron en Roma una delegación española con funcionarios italianos del ministerio del interior. En esa fecha, Italia informó a la delegación española que contaba ya con una selección de 37 refugiados políticos , prometiendo completarla en muy pocos días. Lo han hecho, pero la lista no ha satisfecho al Ministerio español de Interior. Esto quiere decir que continuará la negociación y el examen de informes de peticionarios de asilo político, para que en los próximos días se pueda completar la lista de 50.

En su comparecencia del jueves en el Parlamento, el ministro Alfano anunció que en este año han llegado a Italia 141.000 inmigrantes, y que se han examinado 53.000 instancias de petición de asilo. En la actualidad, solamente sirios y eritreos son admitidos en el reparto de cuotas, pero el ministro Alfano anunció que Italia pedirá que la lista se amplíe a ciudadanos de Afganistán, Somalia, Nigeria y Mali.