Obama critica a Trump: «Los valores estadounidenses están en peligro»

La reacción crítica también ha abierto una brecha en el seno del Partido Republicano, donde ha surgido el rechazo de una docena de senadores . La dirección intentó cerrar filas apelando a «la seguridad nacional», aunque el líder de la mayoría en el Congreso, el influyente Mitch McConnell , admitió que «debemos ser cuidadosos con medidas como ésta». Senadores y miembros de la Cámara de Representantes denuncian que ni está en la esencia de los valores del partido y de Estados Unidos, ni es eficaz para reforzar la seguridad del país.

En medio del caos generado por la iniciativa, muñida en la Casa Blanca y no comunicada previamente al Congreso, sólo al propio departamento de Seguridad Nacional y con el tiempo justo, los senadores John McCain y Lindsay Graham se han erigido en portavoces de un aparentemente redivivo movimiento antiTrump, protagonista en la pasada campaña electoral. La declaración de ambos fue nítida: «La orden envía el mensaje de que Estados Unidos no quiere que entren musulmanes al país. Además, puede ayudar a reclutar más terroristas , lo que va en contra de la seguridad del país».

La crítica recibió la réplica de Trump desde Twitter: «Están equivocados, son débiles en política de inmigración. Deberían poner sus energías en derrotar a ISIS (Daesh), en la inmigración ilegal y en la seguridad de la frontera, en lugar de estar siempre pensando en empezar la III Guerra Mundial».

La orden firmada por Trump supone la prohibición para los procedentes de Siria, Libia, Irak, Irán, Yemen, Sudán y Somalia . Con una duración de noventa días. La caótica aplicación, corregida ayer mismo por una comunicación de Seguridad Nacional que aclaraba que los residentes en Estados Unidos no se veían afectados, recibió réplica de los fiscales generales de dieciséis estados y de jueces de Nueva York, Washington DC, Virginia y Massachusetts, que la paralizaron parcialmente por «inconstitucional».

Las andanadas de McCain y Graham no han sido aisladas en el entorno republicano. El representante por Texas, Michael McCaul , que fue uno de los pocos que respaldó a Trump desde el principio de su campaña electoral, aseguró este lunes que «es necesario hacer modificaciones», en alusión a la convicción generalizada de que «su contenido y ejecución han sido pobremente concebidas» , aseguró Bob Corker (Tennessee).

A la percepción de que estamos ante un movimiento chapucero en las formas se sumaron también, Marco Rubio (Florida) y Orrin Hatch (Utah). La justificación de Trump para haber firmado la orden sin avisar fue ésta: «No se puede avisar con antelación a los malos. Hay muchos ahí fuera».

Michael Hayden , director de la CIA con el expresidente George W. Bush, salió este lunes en tromba: «Pese a que tenemos buenos agentes trabajando, el coste de esta medida en términos de seguridad se puede decir que es irreversible».