México aboga por la CELAC en detrimento de la OEA

La producción y envasado de vacunas AstraZeneca se lleva a cabo como una sinergia entre México y Argentina, amigos políticos que coaligan en una corriente de izquierdas . La distribución de ventiladores y el intercambio de científicos también entra en sus planes.

Lo cierto es el acto principal de la CELAC se integró en el 238 aniversario del nacimiento del revolucionario Simón Bolívar , tantas veces usado por Maduro. «Sin el horizonte de los ideales no se llega a ningún lado, mantengamos vivo el sueño de Bolívar», manifestó López Obrador desde el castillo de Chapultepec, sito en Ciudad de México y epicentro de las negociaciones. Una efeméride que carece de una cifra redonda unida a que Bolívar es de origen venezolano, nacido en Caracas en 1783, y aunque contribuyó a la independencia de Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Venezuela, prácticamente no tuvo protagonismo en México . A pesar, de este ello AMLO ensalza la figura del conocido como ‘el libertador’ relacionado con la Conquista española, un tema tan socorrido para el canciller mexicano al que recurre con frecuencia.

López Obrador llegó a asegurar que guarda «mucho en común» con Estados Unidos durante la visita de Kamala Harris en mayo a tierras aztecas, que supuso el primer viaje al extranjero de la vicepresidenta . Aún así, el fundador del Movimiento de Regeneración busca vías alternativas para no depender de Estados Unidos situado al frente de la OEA, Organización de los Estados Americanos, que pretende afianzar la paz y la seguridad del continente.

Actualmente, la relación de México con la organización más relevante de América no pasa por un buen momento. Cuando Luis Almagro fue elegido para liderar la Secretaría general de la OEA lo hizo de la mano de su país -un izquierdista Uruguay- y contó con el apoyo de Venezuela. Almagro llegó a ensalzar el papel como estadista de Chávez en una entrevista para TeleSUR: «Ahí está la consolidación de un proceso que ha sido plenamente exitoso en su política interna y exitoso en su proyección internacional. Ese es el camino, ¿no?», comentó. Pero, su posición tornó tras la crisis de la República Bolivariana de Venezuela, convirtiéndose en uno de los azotes de Maduro . Una línea política que no entraba en los planes del Gobierno mexicano que se mantenía neutral sobre el organismo.

Pero, la gota que derramó el vaso para la Administración Obrador fueron las declaraciones después del colapso de la Línea 12 del suburbano en Ciudad de México con 26 muertos el tres de mayo. «Hablando de mala gestión, es muy raro. Como yo soy buena gente, obviamente por mi parte le deseo que ninguna obra más que él haya hecho como jefe de Gobierno de la Ciudad de México se derrumbe sin perjuicio de mi solidaridad con las víctimas de la línea de metro », afirmó Almagro. El dirigente de la OEA se refería a Marcelo Ebrard, actual ministro de Asuntos Exteriores de México, y en cuyo mandato como gobernador de la capital fue construido el tramo de metro afectado.

La figura de Ebrard se vislumbra como el supuesto sucesor del presidente, una vez deje su único sexenio en el poder , tal y como dicta la ley. El ministro fue uno de los auspiciadores de la organización de la CELAC y ejerció como anfitrión de sus homólogos en la misma.

AMLO ha destacado que prefiere «un organismo verdaderamente autónomo, no lacayo de nadie» que hace peligrar la hegemonía de Estados Unidos en las decisiones de América. En la misma comparecencia ante la escritora Isabel Allende alabó «la resistencia del régimen de Cuba durante 62 años» y pidió un premio para la Administración de Miguel Díaz-Canel que acababa de detener de nuevo a Camila Acosta, la corresponsal de ABC en La Habana.

Luis Arce, el presidente de Bolivia, acaba de unirse a su homólogo mexicano, al que se refiere como su hermano, pidiendo la erradicación de la OEA «por un organismo más autónomo». Y a su vez Ebrard acusó a Almagro de «haber facilitado prácticamente un golpe» de Estado en Bolivia. Por su parte Arce marcaba a la OEA por, según sus declaraciones, alentar una crisis política por no reconocer la victoria de Evo Morales en 2019. Posteriormente, acogido por México.

La primera piedra de una liga unida por las corrientes de izquierdas que imperan de Estados Unidos hacia el sur parece que avanza. Sin una regulación fuerte por parte de la OEA puede que los gobiernos con tintes autocráticos tomen, todavía, más fuerza. Estaremos expectantes.