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Menos periodistas asesinados en un mundo con menos periodismo

El informe anual de Reporteros Sin Fronteras presenta la cifra más baja de informadores muertos por ejercer su oficio desde 2003, aunque se sospecha que esa mejora se debe a la retirada de los medios de las zonas de conflicto

Un trabajador ajusta un sistema de cámaras de seguridad en la plaza de Tiananmen. Con 120 reporteros encarcelados, China es uno de los países que castiga con más dureza el ejercicio libre y crítico del periodismo Reuters
Silvia Nieto

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Como la vocación obra milagros, dos décadas de carrera y la conciencia de correr peligro no habían conseguido que Norma Sarabia se decidiera a tirar la toalla. La reportera, que denunciaba la corrupción policial en la localidad de Huimanguillo, estado de Tabasco, México, ... murió el 12 de junio de 2019, cuando fue tiroteada mientras charlaba con un familiar cerca de su casa. No tuvo que pasar mucho tiempo para que otro de sus compañeros de profesión sufriera una suerte similar a la suya. El 31 de agosto, el periodista Edgar Joel Aguilar , que cubría información de sucesos, recibió varios disparos tras entrar en una barbería de la ciudad de Santa Rosa de Copán, al oeste de Honduras. Un mes más tarde, el 10 de octubre, las armas se volvieron contra Néhémie Joseph , un reportero haitiano que se había destacado por criticar la corrupción del gobierno de su país, hundido en una sucesión de crisis desesperante. Ese día, en la ciudad de Mirebalais, el joven fue forzado a meterse en el maletero de un vehículo, donde las balas pusieron fin a su vida. Son tres casos de una lista mucho más larga, que se extiende a otros países y comparte el origen común del impulso asesino: silenciar a la prensa , apagar la información que los violentos no quieren que se haga pública.

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