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Médicos, los otros «soldados» del régimen cubano en Venezuela

Según una denuncia presentada ante la Corte Penal Internacional, tienen la consigna de no atender a los pacientes anti-chavistas, identificados con la clave de «enfermos»

Una doctora cubana atiende a una paciente en su casa, en un barrio de Caracas ZUMAPRESS
Susana Gaviña

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La intervención de Cuba en la política y desarrollo de Venezuela desde hace años es algo que nadie cuestiona ya. A la presencia de militares en puestos clave del Ejército venezolano, se suman los agentes infiltrados que llegan al país para sofocar cualquier posible rebelión de los militares contra el régimen chavista, así como para castigar –y torturar– a los que se planteen desertar, como ha sucedido durante los últimos meses.

Pero esa presencia va más allá y se extiende a otros ámbitos, como es el de los médicos enviados por el régimen cubano a través de sus conocidas como misiones internacionalistas. Comenzaron a operar en Venezuela hace casi dos décadas bajo la supervisión y las órdenes del régimen cubano, que acaba de ser denunciado, por Cuban Prisoners Defenders y la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), ante la Corte Penal Internacional (CPI) por la comisión de «crímenes de lesa humanidad».

Esta denuncia, presentada el pasado martes en la sede de la Organización de Estados Americanos (OEA), además de describir el estado de esclavitud en el que durante años han vivido miles de médicos –que perciben solo entre el 10% y el 25% de su salario, embolsándose el régimen cubano el resto–; a lo que se suma la persecución y las represalias, detalla de las funciones –extrasanitarias– a las que eran obligados.

Adoctrinamiento político

Una de ellas es el «adoctrinamiento» político de la población que deben atender, especialmente en Venezuela. Entre el centenar de testimonios recopilados en la denuncia, destaca el del doctor C.R.D., que participó en las misiones en Venezuela. C. R. D. asegura que en época de elecciones se les daba una lista de las casas que tenían que visitar cada día, en la que se incluía una serie de claves para identificar a los pacientes: los «enfermos» eran anti-chavistas declarados; los «sanos», chavistas reconocidos; y «en riesgo», aquellos que no se sabía cuál iba a ser su voto.

Las órdenes eran claras:a los «enfermos» no se les visitaría por no ser «útil» hacerlo ; a los «sanos» se les regalarían vitaminas; y a los «en riesgo», además de vitaminas se les daría una charla sobre lo que pasaría si la oposición ganaba las elecciones.

Médicos cubanos que desertaron de las misiones en Venezuela, y viven actualmente en Colombia EFE

C. R. D. subraya que con la llegada de Maduro al poder, en 2013, la situación empeoró. El chantaje que debían ejercer sobre los pacientes consistía en decirles que si este perdía las elecciones, se rompería la relación con Cuba. «No vas a tener más medicamentos, no vas a tener más salud gratuita», les intimidaban.

Otro médico, el doctor Arias, en declaraciones al New York Times, corrobora esta versión y explica cómo los superiores cubanos y venezolanos les indicaban que los recursos sanitarios debían usarse como arma política para obligar a los pacientes a votar por el gobierno chavista en las elecciones de 2018, cuyos resultados finales no reconoció gran parte de la comunidad internacional por considerarlos fraudulentos.

Arias recuerda cómo un paciente de 65 años, con insuficiencia cardiaca y que necesitaba oxígeno con urgencia, llegó a la clínica en la que él trabajaba. «Sí había oxígeno, pero no me permitían usarlo. Había que dejarlo para las elecciones », señala. Hasta 16 médicos narran la presión que debían ejercer sobre la población venezolana a la que visitaban, casa por casa, advirtiéndola de que si no votaban por Maduro les cortarían el acceso a los servicios médicos. Las irregularidades van aún más lejos. Desvelan incluso que algunos de ellos, así como otros médicos extranjeros, recibieron carnets de votación falsos para participar en la elección.

225 médicos en 16 años

Las misiones médicas de Cuba, que trabajan en más de un centenar de países, comenzaron a colaborar en Venezuela en 2003 , cuando Hugo Chávez ya era presidente, y durante estas casi dos décadas han desembarcado en el país más de 225.000 facultativos , según confirmó el pasado mes de abril el propio Julio García, responsable de las misiones en Venezuela. En la actualidad once de estas misiones, llamadas «Barrio adentro», siguen funcionando en el país.

El presidente Maduro, en el centro, el pasado 17 de abril en la celebración del XVI aniversario de la creación de las Misiones Barrio Adentro. El primero, por la derecha, es el reponsable de las misiones en Venezuela, Julio García Foto: Nicolás Maduro

Hace unas semanas, el expresidente Raúl Castro –una de las personas denunciadas ante la CPI, además del actual mandatario cubano Miguel Díaz-Canel–, destacaba su labor humanitaria, que el secretario general de la OEA, Luis Almagro , cuestionaba el martes:«Las misiones han servido como pretexto para una verdadera intervención como es en el caso venezolano». Una intervención en la que los médicos se han convertido en agentes activos del régimen cubano. «Somos soldados del Ejército de Maduro para defender a Venezuela de los gringos y de quien sea», corrobará hace unos días Julio García.

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