La iglesia católica venezolana califica la Constituyente como una «dictadura militar»

«La CEV ha juzgado innecesaria e inconveniente la iniciativa presidencial de una Asamblea Nacional Constituyente, convocada sin consultar de manera directa y universal, mediante un previo referendo consultivo, la libre opinión del pueblo» , indicó Padrón.

La iglesia católica, crítica con el Gobierno, ha dejado clara su oposición al proceso invocado por el jefe de Estado para redactar una nueva Carta Magna a través de un proceso constituyente y ha rechazado participar en las reuniones preparatorias convocadas por el Ejecutivo.

La jerarquía eclesiástica, al igual que otros detractores de la iniciativa gubernamental, reclama ante el hecho de que el Gobierno de Maduro no haya convocado a un referéndum previo a los ciudadanos para consultarles si estaban de acuerdo o no con la redacción de una nueva Constitución para reemplazar a la actual, aprobada por voto popular en 1999.

Padrón advirtió de que la redacción de un nuevo ordenamiento jurídico, con facultades para reformar el Estado sin oposición alguna, podría permitir «la permanencia ilimitada del actual Gobierno en el poder y la anulación de los poderes públicos constituidos, particularmente la Asamblea Nacional, representante de la soberanía popular».

El presidente de la CEV insistió en que el diálogo es un mecanismo «indispensable» para salir de la crisis del país caribeño, y esto pasa por el cumplimiento de los acuerdo de la mesa de diálogo iniciada a finales de 2016 entre el Gobierno y la oposición.

Estas conversaciones, que contaron con el acompañamiento de una delegación de expresidentes invitados por la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), y el Vaticano, concluyó sin alcanzar mayores resultados después de que los opositores se levantaran de la mesa denunciado el incumplimiento por parte del Gobierno.

Padrón aseguró que el papa Francisco siente «un profundo dolor» por la situación de Venezuela, golpeada por una dura crisis económica y atrapada en un clima de conflictividad y de protestas.

La Asamblea Nacional Constituyente fue convocada por Maduro el pasado 1 de mayo , tras un mes de protestas de la oposición y una crisis institucional provocada por la decisión del Tribunal Supremo de Justicia de dejar sin funciones al Parlamento y a los parlamentarios sin inmunidad.

Maduro defendió entonces la convocatoria del mecanismo para cambiar la Constitución como una forma de «lograr la paz».

Sin embargo, el anuncio recrudeció las protestas de la oposición que se desarrollan desde hace más de tres meses y que han causado casi un centenar de muertos.