Francia defiende la libertad de expresión frente a la presión islamista

Jean-Marc Ayrault , primer ministro, ha recordado las posiciones de principio de este modo: «Vivimos en un Estado donde la libertad de expresión y el respeto del orden son indisociables. No podemos, ni debemos dejarnos intimidar por nadie. Debemos respetar nuestros valores y principios. Quienes se consideren ofendidos por esta o aquella publicación, pueden dirigirse a la justicia. Pero es nuestro deber garantizar la libertad de expresión e impedir cualquier desorden público».

Sentados esos principios, el ministerio del Interior ha tomado las medidas de seguridad pertinentes, en las inmediaciones de la redacción de «Charlie-Hebdo». Han sido prohibidas todas las manifestaciones de protesta , convocadas oficiosamente en París y varias ciudades de provincias. Si los organizadores mantienen la convocatoria de manifestación ante la Gran Mezquita de París, corren el riesgo de seis meses de cárcel y 7.500 euros de multa.

El ministerio de Asuntos Exteriores ya ordenó el lunes el cierre de embajadas e instituciones culturales en todos los países musulmanes. El gobierno francés ha pedido «colaboración» a varios gobiernos. Y ha obtenido algún eco. El Gobierno tunecino ha «prohibido» las manifestaciones de protesta.

Las autoridades religiosas musulmanas francesas también han decidido colaborar, a su manera, con el gobierno de François Hollande. Y varios imanes y jerarquías religiosas han denunciado la manipulación islamista.

Numerosas personalidades y varios ministros insisten en las cuestiones de principio. De la extrema derecha (Marine Le Pen) al ministro de Educación, Vincent Peillon , la defensa de la libertad de expresión es presentada como una cuestión capital, sobre la que no es posible ceder, de ninguna manera, más allá de la oportunidad o inoportunidad de una publicación sedienta de notoriedad y nuevos lectores.

Los ministerios de Justicia e Interior, por su parte, se han apresurado a rescatar y aplicar con severidad la legislación contra el velo islámico, aprobada hace años por iniciativa de Nicolas Sarkozy.

La justicia ha dictado sentencias severas contra una mujer de 18 años que se negó a ser interpelada el mes de julio pasado, por llevar velo islámico integral, en Marsella, acompañada de varios jóvenes que llegaron a enfrentarse con la policía .

Tras una instrucción de tres meses, la justicia ha dictado sentencia condenando a la joven a seis meses de cárcel. Dos meses de prisión firme y cuatro meses con remisión de pena. La fiscalía había pedido una sentencia ligeramente menos severa. Dos hombres que acompañaban a la joven han sido condenados a la misma pena , por enfrentarse a la policía, que se limitaba a aplicar la legislación contra el velo islámico integral, que data del 2010.

Manuel Valls , ministro del Interior, ha celebrado varias reuniones de trabajo con los especialistas, para montar un servicio de seguridad especial, durante todo el fin de semana, en París y varias ciudades de provincias. El Gobierno espera que el despliegue policial sea suficientemente disuasivo. Pero la Ley se aplicará con «energía» si algunos grupúsculos islamistas siguiesen adelante con sus provocaciones, como ocurrió la semana pasada ante la embajada parisina de los EE.UU., cuando fueron detenidos unos doscientos musulmanes radicales.