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Así están las fuerzas de la derecha radical en Europa, país por país

Finlandia es el último país en sumarse a la corriente en auge en todo el continente

Luis Cano

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Finlandia es el último país en dar una alta representación a la extrema derecha en sus instituciones. Tanto que ha quedado cerca de ser el partido con más apoyos parlamentarios. La formación ultraderechista de los Verdaderos Finlandeses, con el 17,7% de los votos, se ha quedado a tan solo dos décimas de ganar las elecciones a los socialdemócratas.

El caso finlandés está lejos de ser un hecho aislado en Europa. La extrema derecha obtiene en cada elección una mayor representación parlamentaria. Su ideario comparte algunos rasgos comunes en todos los países: críticas a las políticas migratorias, cuestionamiento de la Unión Europea, un nacionalismo firme y, en mayor o menor medida, rechazo a la globalización en favor de un mayor proteccionismo económico así como críticas al feminismo y las políticas LGTB.

En Finlandia, la extrema derecha liderará la oposición. En Polonia y Hungría controlan el Gobierno. En Suiza son la primera fuerza en el Consejo Nacional. Los partidos de extrema derecha son la segunda fuerza más votada en las últimas elecciones generales celebradas en Francia, Italia (donde están en el Gobierno), Dinamarca y Países Bajos, además de Finlandia. Los ultraderechistas son la tercera fuerza en Alemania, Suecia, Austria (donde forma parte del Ejecutivo) y Grecia. El UKIP, gran impulsor del Brexit, condiciona la política en Reino Unido a pesar de no contar con representación en la cámara de los Comunes debido al sistema electoral británico.

En Francia comenzó el auge de la extrema derecha. El Frente Nacional de Jean-Marie Lepen logró llegar a la segunda vuelta en las elecciones de 2002, y su hija volvió a repetir éxito en 2017. La formación goza de buena salud por la amplia aceptación de su apuesta por el proteccionismo económico, su defensa de un Estado francés fuerte, su antieuropeísmo y su política antiinmigración.

En Italia , la Liga Norte formó una alianza de Gobierno con los populistas de izquierdas, el Movimiento 5 Estrellas. Aunque el primer ministro italiano es Giuseppe Conte, el líder de de la Liga, Matteo Salvini, vicepresidente y ministro del Interior, se ha convertido en la auténtica cara visible del Ejecutivo por su provocadora política de restricción a la inmigración y sus desafíos al control de Bruselas.

Radicalización de la derecha tradicional

En Hungría y Polonia , las principales formaciones de la derecha conservadora se han escorado a posiciones extremistas. El partido del primer ministro húngaro, Viktor Orban , ha sido expulsado del Partido Popular Europeo por su manifiesto antieurpeísmo. Su política ha despertado polémica por su defensa acérrima de la identidad nacional, su postura contra la inmigración y los refugiados, y sus ataques al pensamiento «liberal» y las políticas feministas y LGTB. No obstante, el verdadero partido de la ultraderecha húngara no es su formación, sino el Movimiento por una Hungría Mejor (Jobbik), tercera fuerza en las últimas elecciones.

El presidente polaco, Andrzej Duda, también ha tenido encontronazos con la Unión Europea, a la que considera una «comunidad imaginaria». Su antieuropeísmo se ha exacerbado después de una reforma del sistema judicial que, según Bruselas, viola el estado de derecho. Su partido, Ley y Justicia, gobierna con mayoría absoluta.

En Austria , el joven Sebastian Kurz , candidato que renovó la derecha tradicional del país, logró ser elegido canciller gracias al apoyo de la extrema derecha, tercero en las legislativas y prácticamente empatados con los socialdemócratas. En los Países Bajos , los socialdemócratas consiguieron contener en las elecciones de 2017 el auge del Partido para la Libertad (PVV) del carismático Geert Wilders, segundo en los comicios.

En Suecia , tradicional paraíso socialdemócrata, la extrema derecha también se ha abierto hueco. Gracias a su discurso sobre la seguridad y en contra de la inmigración, los Demócratas Suecos son la tercera fuerza desde el año pasado. En Grecia , Amanecer Dorado son también la tercera formación con más peso parlamentario.

España y Bélgica, los próximos

En España , las encuestas dan una amplia representación parlamentaria a Vox , la formación de derechas que defiende posiciones más extremas. El 28 de abril obtendrán el 11,2% de los votos, entre 25 y 29 escaños, según el último sondeo elaborado por GAD3 para ABC . En Bélgica, donde también se celebran elecciones este año, el Vlaams Belang (VB), heredero del Vlaams Blok, que fue ilegalizado por sus posiciones racistas, aparece en las encuestas con el 12% de los votos , el doble que en 2014. Son independentistas flamencos, al igual que Nueva Alianza Flamenca (N-VA), apoyo de Carles Puigdemont en Bélgica, que sería el más votado con un 30,2%.

El auge de la derecha populista no solo se ha producido en la Unión Europea. En Estados Unidos, Donald Trump está sentado en la Casa Blanca. En Brasil, la victoria de Jair Bolsonaro ha sido otro empujón para una tendencia global.

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