Unas horas antes, el director del Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI), James Comey, había asegurado que «no hay indicios» que demuestren que los presuntos autores del tiroteo de San Bernardino, en California, pertenecieran a una célula terrorista más amplia.
El jefe del FBI había confirmado indicios de que los dos presuntos autores del tiroteo del miércoles pasado, a los que dio muerte la Policía, estaban en un proceso de «radicalización» y sus actos podrían haber sido inspirados por grupos terroristas extranjeros.
«Hasta ahora no tenemos ningún indicio de que estos asesinos formen parte de un grupo organizado más grande o parte de una célula. No hay ninguna indicación de que son parte de una red», dijo Comey en una rueda de prensa en Washington, acompañado por la Fiscal General del país, Loretta Lynch.
El director asistente del FBI en Los Ángeles, David Bowdich, informó de que el tiroteo, que también dejó 21 heridos, está siendo investigado como «un acto de terrorismo».
Comey ha restado importancia a las informaciones de que uno de los dos sospechosos hubiera estado en contacto con sujetos investigados por el FBI.
«No hubo contactos entre ninguno de los asesinos y sujetos de nuestras investigaciones de tal importancia que hubiese puesto a estos asesinos bajo nuestro radar», ha asegurado.
Comey ha confirmado que en los días anteriores al tiroteo los presuntos autores, Syed Farook y su esposa, Tashfeen Malik, trataron de borrar información de algunos de sus dispositivos electrónicos, por lo que consideran que el tiroteo fue premeditado y planeado con antelación
El atacante de San Bernardino contactó con Al-Nusra y Al-Shabaab
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete