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Cuando los muertos no pueden descansar en paz

Un bombardeo contra el cementerio de Olkhovka, cerca de Kharkiv, durante el entierro de una mujer costó la vida a dos asistentes al funeral

Los fiscales, a menudo con chaleco antibalas y bajo bombardeos, inician las exhumaciones de cadáveres enterrados en jardines de las ciudades liberadas para documentar los crímenes de guerra de Rusia

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Mónica G. Prieto

El Lada Niva color granate parece tan en mal estado como el resto de la granja de Alexander Novikov, 58 años, que explota el lugar desde que la caída de la URSS le liberó del cargo de vice responsable de koljos [granja colectiva] que ostentaba. ... La carrocería del coche está salpicada de metralla y, en el interior, restos de cristales se mezclan con ropa de faena. La misma suerte que corrió el carromato azul donde transportaba el cadáver de Lubab Novikova, una antigua empleada en la granja colectiva víctima de los bombardeos, para enterrarlo en el cementerio. Pero el cuerpo no pudo descansar en paz ; de hecho, el funeral derivó en las muertes de dos de los hombres que pretendían sepultarlo en una terrible metáfora de una invasión que no permite que sus víctimas descansen en paz.

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