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Conte gana la confianza en el Senado con una frágil mayoría relativa

El resultado debilita al primer ministro; Conte remodelará el gobierno y negociará el apoyo de algunos parlamentarios de centro para reforzar su gobierno

Dos senadores de Forza Italia de Silvio Berlusconi han votado a favor de Conte y ha sido expulsados del partido

Fotografía de archivo de Giuseppe Conte
Ángel Gómez Fuentes

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Tras un debate lleno de tensión e incertidumbre en el Senado, Giuseppe Conte supera la votación de confianza , pero con una mayoría relativa: 156 votos a favor (comprendidos 3 senadores vitalicios), 140 en contra y 16 abstenciones correspondientes al partido Italia Viva de Matteo Renzi, que abrió la crisis. En esta partida decisiva para el futuro de Italia, Conte sí obtuvo el lunes la mayoría absoluta de la Cámara de diputados (321 a favor y 259 en contra). Dos senadores de Forza Italia de Silvio Berlusconi votaron a favor de Conte y han sido expulsados del partido. De ellos, el más clamoroso ha sido el voto de Maria Rosaria Rossi, considerada hasta no hace mucho una asistente muy directa del Cavaliere. La decisión de Rossi ha causado indignación en FI.

El resultado del Senado, inferior a las expectativas de Conte en los últimos días, crea un problema político, porque la mayoría de Conte, a 5 votos de la mayoría absoluta, es frágil y sin la suficiente credibilidad para afrontar los grandes problemas del país. Si Renzi hubiera votado en contra, el primer ministro tenía que haber dimitido por no contar con números suficientes. La situación de crisis política no se ha estabilizado. Conte deberá seguir negociando para ampliar su mayoría, tendrá que acudir al palacio del Quirinal y explicar sus planes a Sergio Mattarella, que, como árbitro, deberá valorar la situación política.

En su discurso en el Senado, el primer ministro dijo que «nada será como antes», después de esta crisis de gobierno abierta el pasado miércoles por el líder de Italia Viva, Matteo Renzi, que abandonó la coalición, hoy formada por el Movimiento 5 Estrellas, Partido Democrático y Libres e Iguales. Conte ha vuelto a atacar duramente a Renzi: «Les aseguro que es complicado gobernar con quienes continuamente socavan un equilibrio político logrado pacientemente por las fuerzas mayoritarias. Necesitamos mujeres y hombres capaces de huir del egoísmo. Que sean personas dispuestas a reconocer la importancia de la política. Cuando la política desaparece -añadió-, se corre el riesgo de quedar al margen o, peor aún, llevar a la rabia o al enfrentamiento violento».

Mala imagen

Ante una crisis de gobierno que nadie entiende y que daña la imagen de Italia en Europa, porque se produce en medio de una pandemia y de una grave crisis económica, el primer ministro se ha preguntado: « ¿Realmente había necesidad de esta crisis? Con esta crisis - ha añadido- toda la clase política corre el riesgo de perder el contacto con la realidad».

Conte ha centrado su discurso en el llamamiento a los parlamentarios que «tienen en el corazón el destino e Italia». Concretamente, el primer ministro piensa en diputados y senadores que en los próximos días puedan abandonar sus respectivos grupos parlamentarios, creando una nueva fuerza política para apoyar la coalición de Gobierno. Conte ha pedido en particular el apoyo de las fuerzas europeístas: «Liberales, populares y socialistas». De momento, les prometió una ley electoral proporcional, destinada fundamentalmente a los parlamentarios de centro que navegan en pequeños partidos. El propio Giuseppe Conte podría formar su propio partido, que se denominaría «Insieme» («Juntos»). Las encuestas le dan entre 10-12 % de votos, si las elecciones se celebraran hoy, votos que fundamentalmente obtendrá de los electores del Partido Democrático y Movimiento 5 Estrellas.

Muy duro contra Conte ha sido Matteo Renzi , que abrió la crisis con el argumento de que el primer ministro no ha sabido presentar un adecuado plan para el Fondo de Reconstrucción, aunque ha sido rectificado gracias precisamente a la presión del líder de Italia Viva: «Sirve un ejecutivo más fuerte, ponga al centro las ideas y no en la poltrona (mantenerse en el poder); el país no se merece este mercado indecoroso » (en referencia a la caza desatada por el primer ministro para obtener apoyos a cambio de puestos en el gobierno).

Especialmente duro fue también el centro derecha, acusando a Conte de «cínica operación de transformismo». El líder de la Liga, Matteo Salvini dijo que «hay un escuálido baile de compraventa de senadores», mientras «el país está en crisis». Salvini y la líder de Hermanos de Italia, Georgia Meloni, piden con fuerza elecciones anticipadas .

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