César Gaviria, ex presidente de Colombia y secretario general de la OEA: «La obligación de los militares de Venezuela es la lealtad al presidente»
El ex presidente liberal colombiano (1990-94), que este fin de semana ha participado en la Asamblea General del Club de Madrid, afronta a partir de mañana en Caracas el reto de intentar promover un «diálogo democrático» en un país profundamente dividido como es hoy Venezuela
- Como miembro del Club de Madrid, cuyo fin es reforzar la democracia en el mundo, y secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) ¿qué países iberoamericanos considera que necesitan su ayuda?
- La democracia en las Américas está pasando por pruebas difíciles. ... Tenemos desafíos de distinta naturaleza en casi todos los países. Problemas de que los sistemas políticos funcionan mal; de que los Estados no cumplen sus funciones básicas bien y problemas económicos de orden global que están haciendo muy difícil nuestro crecimiento. Y esa confluencia de situaciones ha creado grandes desafíos en prácticamente todos los países.
- ¿Podría poner algún ejemplo?
- Prácticamente todos los países con la relativa exclusión de Chile, cuya tasa de crecimiento cayó pero está en una situación más o menos sana.
- ¿Qué países han solicitado ayuda al Club de Madrid?
- Tengo entendido que en Nicaragua hay interés del presidente Enrique Bolaños en recibir cooperación.
- ¿Qué mensaje le va a transmitir en Caracas al presidente Chávez, tras el pronunciamiento de los militares de esta semana?
- El propio día del acontecimiento, la OEA emitió una declaración en la que estableció con claridad nuestra posición: la obligación de los militares es la lealtad a su comandante en jefe, el presidente de la República. Esperamos que las diferencias significativas que tienen muchos sectores, la oposición política, los medios, los trabajadores, se puedan tramitar de una manera democrática, pacífica. Y es con miras a ese propósito que estamos tratando de desarrollar un diálogo democrático entre el Gobierno y la oposición.
- ¿Cree que la recuperación de la estabilidad democrática pasa por la salida del poder de Hugo Chávez?
- A mí no me corresponde hacer esa valoración. Yo sé que hay grandes diferencias entre muchos sectores del país y el Gobierno del presidente Chávez. La solución de los problemas en Venezuela pasa fundamentalmente por los venezolanos y lo que estamos tratando de hacer en el sistema interamericano es facilitar el diálogo democrático, no tomar partido, no señalar quién tiene la razón, esa no es nuestra función. La nuestra es tratar de preservar la democracia venezolana, apoyarla y estimular el diálogo democrático.
- En el caso de Argentina ¿también cree, como el ex presidente chileno Eduardo Frei, que se trata más de una crisis política que económica?
- Más allá de los problemas económicos se ha generado una crisis política bastante profunda, que esperamos se corriga con una elección que debería producir un presidente que pueda asumir la grave situación económica y guiar al país en momentos tan difíciles. Pero ello no debería ser obstáculo para cooperar con el Gobierno del presidente Duhalde a que las instituciones financieras internacionales puedan dar a Argentina el apoyo que necesita en estas circunstancias.
El conflicto colombiano
- ¿Cómo valora la presidencia de Álvaro Uribe en Colombia?
- Está haciendo las cosas que prometió en su campaña y está actuando con gran dinamismo y voluntad política. Tiene un enorme respaldo de los colombianos. Él es consciente de los riesgos y los desafíos que tiene por delante. Nosotros le daremos toda la cooperación que esté a nuestro alcance. No tengo duda de que va a ser un buen presidente y que va a ayudar a empezar a resolver, a empezar a afrontar, algunos de los graves problemas que tiene la sociedad colombiana.
- Tras la ruptura de las negociaciones con la guerrilla de las FARC durante el mandato de Andrés Pastrana ¿qué le parece la nueva estrategia de la Administración Uribe, más centrada en la parte militar del Plan Colombia?
- No ha descartado las soluciones políticas, mantiene abierta la puerta para la negociación política cuando la contraparte tenga la misma voluntad. Está actuando con energía contra los actores que en Colombia han generado graves problemas de inseguridad. Nadie se puede sorprender de que lo haga y fue por eso que ganó las elecciones.
- ¿El cese el fuego total debe ser una condición indispensable para comenzar a negociar la paz?
- Siempre he tenido claro que cualquier proceso de paz tiene que pasar por un abandono de la lucha armada de la guerrilla. No se consigue un proceso de paz en el cual eso no sea meridianamente claro. En algún momento estos años eso ha estado como en duda. No ha estado bien dejarlo en duda.
- ¿Cuál podría ser la contribución del Club a la democratización de Cuba, miembro suspendido de la OEA?
- Es un tema político importante, pero no ha surgido en nuestros debates, en este momento no hay ninguna acción específica. Todo el mundo comparte que desea una Cuba con más libertades públicas y económicas, pero hay diferencias en cómo llegar allí.
- ¿Ha contribuido el 11-S a acelerar procesos de democratización en curso o sus consecuencias han sido más bien negativas en este sentido?
- No creo que haya tenido un impacto significativo en la democratización. Lo que ha hecho es cambiar la agenda internacional, que hoy da más énfasis a los problemas de seguridad. Pero no creo que nos hayamos movido en desmedro de la democracia. Lo que sí ha pasado es que ayudó a acentuar una recesión global que ha tenido implicaciones negativas sobre las democracias latinoamericanas en particular.
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