Castro votó con un intermediario

Era para que nada más levantarse, los más de ocho millones de electores -de un total de once- recordasen su deber de votar en las municipales. En caso contrario, los temidos CDR, los «ojos de la revolución» que hay en cada cuadra (cien metros de barrio), se encargarían de ir en su busca antes del cierre de los colegios. Difícil decisión si uno pretende entrar en la Universidad o no quiere formar parte de ese millón de funcionarios sobrantes que hay en Cuba, según anunció el presidente Raúl Castro en el reciente congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas.

Mientras el menor de los Castro, al frente del Ejecutivo desde julio de 2006, votó temprano en su colegio de la Plaza de la Revolución, el sufragio del líder del castrismo tuvo su particularidad. La televisión estatal divulgó el momento en que un intermediario depositaba la papeleta de Fidel Castro, de 83 años, en un colegio del Vedado. «Él ha votado», dijo el funcionario, mientras los presentes rompían en aplausos, informan Ap y Efe. Los medios oficiales recordaron que era la tercera vez que el dictador cubano, aún primer secretario del Partido Comunista, votaba de ese modo a causa de su salud.

Presionados o no, una hora antes del cierre de los colegios había votado el 93,49% de los 8,4 millones de electores, según datos preliminares oficiales. La participación en las municipales de 2007 fue del 95% (las locales son cada dos años y medio, las legislativas cada cinco). Algunos disidentes consultados vieron en ese 7% escaso de abstención una muestra del «malestar real creciente entre una inmensa mayoría que actúa como un espectador atemorizado, desinformado e intoxicado por la propaganda».

El pasado domingo, los cubanos eligieron a más de 15.000 delegados municipales (concejales) entre más de 34.000 candidatos. A su vez éstos fueron designados por unas 50.000 asambleas populares, organizadas por los CDR en un país en el que las campañas electorales están prohibidas. «El domingo hubo una votación, no una elección, se elige entre alternativas y ésta es una carrera de un solo caballo», apuntó el activista de derechos humanos Elizardo Sánchez. El economista Óscar Espinosa Chepe, que no puede votar como preso político en libertad condicional, habla de «farsa absoluta en un marco de terror».

Acoso a las Damas

El mismo día, a la periodista Miriam Leiva la Policía le borró las fotos que había hecho del último acoso a las Damas de Blanco. Por tercer domingo consecutivo, las autoridades impidieron la marcha pacífica de las familiares de los presos políticos detenidos en 2003. Durante casi ocho horas, seis integrantes de ese grupo fueron hostigadas por turbas procastristas a la salida de la iglesia de Santa Rita. Un nuevo ejemplo, según la disidencia, de como el régimen aumenta la represión al mismo tiempo que se deteriora la situación económica.