Biden recupera un objetivo fracasado de Obama: cerrar Guantánamo

No es un objetivo nuevo para los demócratas. Barack Obama lo prometió antes de llegar a la presidencia en enero de 2009 y firmó una orden ejecutiva para poner en marcha su cierre. En ocho años en la Casa Blanca, con impedimentos legales y oposición política de los republicanos, solo consiguió reducir la población presa en la base militar. Pero no fue capaz de cerrarla.

Es probable que Biden siga un camino similar. Empezará con un decreto presidencial, que se espera para las próximas semanas o meses, que establecerá el objetivo del cierre de la prisión y después se encontrará con obstáculos similares a los de Obama. La ley impide a la Casa Blanca transferir presos desde la isla a cárceles del país. Un cambio legislativo que lo permita será complicado a pesar de las mayorías demócratas en el Congreso, ya que son muy exiguas, en especial en el Senado.

«Estamos llevando a cabo un proceso para analizar la situación que ha heredado la Administración Biden de la anterior administración, en la línea de nuestro objetivo central de cerrar Guantánamo», reconoció a Reuters Emily Horne , portavoz del Consejo Nacional de Seguridad.

En Guantánamo quedan cuarenta detenidos, que llevan en la cárcel casi dos décadas sin haber sido sometidos a juicio . Biden tratará de cambiar la situación en la prisión con cambios legislativos y, como hizo Obama, con la colaboración de otros países: con repatriaciones o con acuerdos para que sigan detenidos fuera de EE.UU. Algunos de ellos llegaron a España como fruto de un acuerdo entre la Administración Obama y el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Biden también buscará recuperar un proceso de libertad provisional que se inició con el Departamento de Justicia de Obama para los casos de presos que no supusieron un riesgo.

Trump dio la vuelta a todas esas políticas, decretó la continuidad de Guantánamo y ahora Biden busca dar la vuelta. Pero, como ha advertido su propia Administración, no será fácil ni rápido . El presidente de EE.UU. todavía no ha cubierto muchos altos cargos en los departamentos de Defensa, Seguridad Interior y Justicia, que serán determinantes para impulsar el cierre, y tiene otro obstáculo más urgente: la pandemia de Covid-19, que retrasará y dificultará todas las decisiones.