Biden pone solo mujeres al frente de Economía y Comunicación

En los dos últimos días, Biden ha oficializado trece nombramientos. Son todo mujeres, muchas de ellas pertenecientes a minorías raciales, algunas con asiento en el Gabinete -el equivalente al Consejo de Ministros-, con solo dos excepciones masculinas, y en cargos de menor responsabilidad.

La cara más visible entre todos ellos será Jen Psaki, la próxima secretaria de Prensa , la persona que dará voz a la Administración Biden. Como tantos altos cargos fichados por Biden, Psaki tuvo un papel importante en la Administración Obama, donde fue directora de comunicación de la Casa Blanca, portavoz del secretario de Estado -en el mandato de John Kerry- y vicesecretaria de Prensa.

«Comunicar de forma directa y veraz al pueblo estadounidense es una de las obligaciones más importantes del presidente», defendió Biden en el comunicado con el que presentó a su nuevo equipo de comunicación. Era un dardo a Trump, que ha utilizado la sala de la prensa de la Casa Blanca para imponer su visión de las cosas, aunque a veces esté alejada de la realidad. El primer ejemplo fue en el primer día de su presidencia, cuando su primer portavoz, Sean Spicer, trató de defender -contra lo que era obvio- que la investidura de Trump fue la más concurrida de la historia. Y ha acabado con los mensajes -muchas veces inexactos o falsos- sobre la pandemia de Covid-19 y sobre el resultado de las elecciones propagados por el propio Trump y por su última portavoz, Kayleigh McEnany.

Psaki no ha dado pistas de si optará por el formato de rueda de prensa diaria, una tradición en la Casa Blanca que con Trump ha ido y venido. Desde su cuenta de Twitter, aseguró que dedicará las próximas semanas a definir cómo «hacer más accesible» el programa de Gobierno de Biden y que su objetivo en el cargo será «reconstruir la confianza con el pueblo estadounidense».

Psaki será la principal pieza de un equipo de comunicación liderado por mujeres. Su segunda será Karine Jean Pierre , que ha sido jefa de Gabinete de la vicepresidenta electa Harris durante la campaña. La directora de comunicación de la campaña electoral de Biden, Kate Bedingfield, conservará ese puesto en la Casa Blanca y su segunda será Pili Tobar, una hispana que lideró los esfuerzos en comunicación en este electorado durante la campaña. Symone Sanders será la portavoz de Harris como vicepresidente, una decisión que incidirá en su inclinación progresista: ella fue la jefa de Prensa en la campaña presidencial de Bernie Sanders, el líder de la corriente izquierdista de los demócratas, en las elecciones de 2016, cuando estuvo cerca de derrotar a Hillary Clinton. Por su parte, Ashley Etienne será la directora de comunicación de Harris y Elizabeth Alexander tendrá ese mismo puesto en la oficina de la próxima primera dama, Jill Biden.

Ayer, la batería de nombramientos se completó con el anuncio de varios altos cargos en Economía, que serán decisivos para atravesar las dificultades económicas de la pandemia. El más importante, el de Janet Yellen como secretaria del Tesoro , se daba por descontado desde la semana pasada. La expresidente de la Reserva Federal será la primera mujer en el cargo, y tendrá como segundo a Wally Adeyemo, un experto en macroeconomía de origen nigeriano que fue el primer presidente de la Fundación Obama.

La gran novedad era el fichaje de Neera Tanden como directora de la Oficina de Presupuestos y Gestión (OMB, en sus siglas en inglés), un departamento con mucho poder. Hija de inmigrantes de India, Tanden ha sido hasta ahora la directora del Center for American Progress, un organismo izquierdista. Los republicanos no tardaron en condenar la elección de Tanden, muy cercana a Clinton, y que ha sido muy crítica con ellos. Si el Senado sigue en manos republicanas en enero, lo tendrá muy difícil su confirmación.