El alcalde de San Salvador: «Tenemos un gobierno que usa los recursos del Estado para hacer campaña»

ABC entrevista a Ernesto Muyshondt (45), el alcalde de la capital, San Salvador, candidato por el partido de la oposición Arena, miembro destacado durante diez años en la Comisión Ejecutiva con anterioridad, actualmente estamos ante un independiente y el puesto con más protagonismo, después del presidente en el sistema político salvadoreño. Varios presidentes, entre los que se encuentra el actual, ocuparon la alcaldía, puesto que acapara en segundo lugar la atención de los medios. Tal es así que Muyshondt está considerado como jefe de facto de la oposición -siendo el funcionario mejor evaluado- al Gobierno y al partido de Bukele, alcalde durante tres años y que se juega el puesto con el anterior ministro de Gobernación que parece se perpetuará en el poder ante las inminentes elecciones del 28 de febrero.

El alcalde indica que «se ha convertido en un imposible a medida que nos acercábamos al evento electoral porque tenemos un Estado que se ha volcado en la campaña mediante un uso descarado de las instituciones y recursos no sólo para promover la propaganda y a los candidatos oficialistas si no para atacar, bloquear y perseguir a los adversarios políticos».

Bukele comenzó su mandato fortaleciendo la relación con Estados Unidos que había estado debilitada, fruto de los mandatos del FMLN, a pesar de ser el mayor socio comercial y en el que se albergan más de tres millones de salvadoreños (más de la mitad de los que acudirán a las urnas este domingo). Nayib llegó en visita oficial a la superpotencia y reconstruyó la unión a través del embajador de Trump. Al inicio de la pandemia no existían ni 30 UCI en la nación, con una extensión algo menor que la provincia de Badajoz, y ahora hay más de mil gracias a la donación del país norteamericano.

El alcalde de la ciudad más importante de la nación salvadoreña manifiesta que la «han tratado de ahogar financieramente durante diez meses cortando los fondos de desarrollo local» de los que dependen municipios de diferente color político, a pesar de que corresponde al 10% del erario público que recauda el Estado que se distribuye mensualmente entre las 272 municipalidades de El Salvador. «Miles de obras, emisión de bonos, créditos y la parálisis financiera de muchas ciudades que depende de estos impuestos para funcionar han sido erradicadas», exhorta el político.

Muyshondt revela a ABC que hubo amenazas a entidades financieras por si arreglaban préstamos a la alcaldía. «Pasarían a suprimir sus licencias de funcionamiento, han bloqueado la recolección de desechos sólidos de la capital (proclamado como el servicio mejor puntuado), síntomas peligrosos de la formación de una policía nacional política desobedeciendo, por primera vez en democracia, órdenes dictaminadas por la Fiscalía Nacional de la República para echar por tierra mi gestión», nos expresa el alcalde.

En unas elecciones primordiales en la que se juegan entes tan fundamentales como magistrados de la Corte Suprema y el Tribunal Supremo Electoral, el Fiscal General y el Procurador para la Defensa de los Derechos Humanos, Arena ve con preocupación a un Gobierno volcado en su contra «haciendo un uso indiscriminado de las instituciones públicas sumido en campaña».

El actual regidor se juega el puesto frente a su contrincante Mario Durán, acérrimo seguidor de Bukele. Según el candidato pretende mantener un balance de poder y «salvaguardar las instituciones democráticas» con un clima sumido en la confrontación e incluso con militantes portadores de camisetas de partidos políticos que han sido asesinados en un clima de ascendente preocupante crispación. El gobernador nos asegura que «funcionarios del más alto nivel se han valido de sus cargos para servirse de la arbitrariedad que aportan los fueros como protagonistas», tal y como ha denunciado recientemente al embajador español y estadounidense en el país. Incluso dedicarse a la política, aunque seas una máxima autoridad implica peligros, como afirma Ernesto: «He sido grabado en la intimidad de mi dormitorio y a mi esposa haciendo running la han perseguido con vehículos para tratar de amedrentarnos».

La observación electoral juega un papel importante que preocupa por las reivindicaciones, antes de comenzar si quiera las elecciones, sobre un posible fraude electoral proclamado por parte de Bukele en su contra por las expectativas de una proclamada mayoría que «no van a sacarlo ni cerca aún aupado por encuestas oficialistas3, nos relata Ernesto con un 2aparato comunicacional impresionante impregnado de noticias falsas en contra de los opositores en medios afines gracias al gran presupuesto de la Secretaria de Comunicación y Prensa en redes sociales».

La popularidad de Bukele, con candidatos provenientes de la más normal sociedad, aumenta debido al hartazgo de los salvadoreños ante los partidos tradicionales que ha revertido las esperanzas de la población en una espiral de 30 años en los que no se visionaba mejora alguna en las condiciones sociales. Pero, esto tiene un coste como reporta el candidato a la alcaldía con un endeudamiento ha pasado en un año y medio «de menos del 70% del PIB al 95%».

«Yo creo que eso es lo que buscan. Obtener el control total, hacer desaparecer la oposición y pasar a reformar la Constitución para perpetuarse en el poder y convertirnos en una dictadura. Ya hay voces para que se permita la reelección mientras copia a Hugo Chávez», dice el candidato.

Por ahora, El Fiscal General, la Corte suprema de Justicia y el órgano judicial, se mantienen bastante independientes con una Asamblea Legislativa en la que los partidos de Bukele representan la tercera fuerza. Ante la coyuntura si el presidente se perpetua en el poder , Arena responde que «sería el fin del sistema republicano garante de las libertades y derechos si él llega a tener el control del Congreso y consigue nombrar a su propio Consejo Nacional de la Judicatura ya que son los encargados posteriormente de nombrar a los jueces o la Cuenta de Cortes de la República que es la que hace la gestión de control financiero de las instituciones estatales. En estas elecciones, desgraciadamente, nos enfrentamos al fin de nuestra democracia».

Con un reciente conflicto armado durante 12 años con más de 80.000 muertos dejando tras de sí una sociedad desintegrada, por lo que muchos se vieron abocados a una inmigración forzosa, buscando seguridad o huyendo de la pobreza por lo que muchos niños crecieron sin sus progenitores en familias desestructuradas afectados por una guerra civil aparecieron pandillas fruto de una fuerza armada con 50.000 efectivos y una guerrilla con 20.000 adeptos que se quedaron sin trabajo. «Las afrentas entre las diferentes bandas organizadas son comunes para hacerse con parte del territorio y dirigir el menudeo o la extorsión», informa. La reducción de asesinatos se podría ver como una política que recupera la integración, apuesta por la prevención, recuperando el espacio público «con más de 700 nuevas canchas de deporte» pasando de ser la capital más insegura del mundo hace cuatro años a no aparecer ni el top 100. Pero, Muyshondt añade que la reducción tan drástica de la violencia se debe a «un acuerdo entre el gobierno y las pandillas según las especulaciones y diferentes reportajes periodísticos de el periódico El Faro. Como prueba varios cientos de reos se trasladaron de un penal de máxima seguridad a otro más laxo. No es la primera vez que se usan a las pandillas para fines electorales. Se especula que con una ayuda de 300 dólares para las familias más necesitadas por parte del Gobierno al principio de la pandemia se repartieron 30 millones de dólares de una manera poco transparente y muchos añaden que parte de eso monto fueron a parar a pandillas y a sus líderes y familias. Dándose casos como que un mismo carnet de identidad retirara 12.000 veces esa ayuda de 300 dólares», aclara el alcalde de la capital.