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Moscú cree que las sanciones llevan a «un callejón sin salida»

La Unión Europea y Japón tomaron nuevas represalias económicas contra Rusia. Más allá del rechazo del Kremlin, el círculo íntimo de Vladimir Putin está en la mira

Moscú cree que las sanciones llevan a «un callejón sin salida» Reuters

Rafael M. Mañueco

A las sanciones impuestas el lunes a Rusia por Estados Unidos y Canadá se han unido hoy las de la Unión Europea y Japón. El viceprimer ministro de Exteriores ruso, Grigori Karasin, acaba de advertir que tales medidas «llevan a un callejón sin salida la situación en Ucrania que ya es de por sí crítica». «Es una política completamente contraproducente (…) volvemos así a los tiempos del Telón de Acero», añadió este mediodía Karasin en declaraciones a la agencia rusa RIA-Nóvosti.

La UE ha ampliado su lista de sancionados a otras 15 personas, algunas de las cuales coinciden con las incluidas en la relación de 7 nombres y 17 empresas dada a conocer ayer por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Tal es el caso del viceprimer ministro, Dmitri Kozak, y del emisario especial del Kremlin para Crimea, Oleg Belavántsev.

Bruselas incluye a dos altos responsables militares que en la lista norteamericana no figuran: el general Valeri Guerásimov, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas, y el director de la Dirección General de Inteligencia del Ejército (GRU), el general Ígor Sergún. El primero es el responsable directo del despliegue de tropas rusas junto a la frontera con Ucrania mientras Sergún, de acuerdo con las informaciones facilitadas por los servicios secretos ucranianos, estaría detrás del envío al este de Ucrania de saboteadores, agentes del GRU encubiertos bajo la apariencia de «fuerzas de autodefensa» locales y asesores militares para lograr que la sublevación separatista se propague.

La UE sanciona además a los vicepresidentes de la Duma, Ludmila Shvetsova y Serguéi Nevérov, que ultimaron el paquete de leyes para la anexión de Crimea a Rusia, y al agente del GRU, Ígor Strelkov, que dirigió la toma de Slaviansk (región de Donetsk) y asesora al autoproclamado primer ministro de Crimea, Serguéi Aksiónov. En la lista hay también varios líderes separatistas de Lugansk y Donetsk.

Entre los siete altos funcionarios rusos contra los que Washington ha aplicado restricciones de visado y congelación de cuentas corrientes se encuentran dos importantes personajes del «círculo íntimo» de Putin, Ígor Sechin, patrón de la principal petrolera rusa, Rosneft, y Serguéi Chémezov, presidente de la corporación estatal Rostej. También próximos al máximo dirigente son Kozak, y Viacheslav Volodin, subjefe de la Administración del Kremlin.

Sechin fue viceprimer ministro encargado de Energía hasta hace dos años. Siempre fue uno de los hombres de confianza de Putin y jugó un papel de primera línea en el encarcelamiento de Mijaíl Jodorkovski y el desmantelamiento de su petrolera, Yukos, que pasó a integrarse en su mayor parte en Rosneft. Al igual que el primer mandatario ruso, Sechin perteneció al KGB. Chémezov estuvo con Putin en la Alemania Oriental durante los años 80, en donde ambos trabajaban para los servicios secretos soviéticos.

En cuanto a Kozak, ha sido el encargado dentro del Gobierno de supervisar la marcha de los preparativos para los Juegos Olímpicos de Sochi y los planes para el desarrollo económico de las conflictivas repúblicas del Cáucaso Norte. Ahora dirige los proyectos destinados a consumar la anexión de Crimea y a elevar su nivel económico.

Volodin, que siempre mostró un fanatismo irreconciliable en la defensa de Putin y su política, ocupó cargos en la cúpula del partido del Kremlin, «Rusia Unida», en el Gobierno y fue vicepresidente de la Duma (Cámara Baja). Ha participado en casi todos los equipos de campaña de Putin.

Alexéi Pushkov, un antiamericano convencido, es periodista y presenta un programa analítico cada semana llamado «Postscriptum» en el canal de televisión moscovita TVTs. Ahora es diputado y presidente del Comité de Asuntos Exteriores de la Duma. Es un excelente transmisor de los ánimos reinantes en el Kremlin a través de su cuenta de Twitter.

Las 17 empresas sancionadas por EEUU pertenecen a Guennadi Tímchenko y a los hermanos Borís y Arkadi Rotenberg, todos ellos muy vinculados a Putin y sancionados ya el pasado mes de marzo. A Tímchenko, fundador de la empresa energética Gunvor, se le considera el guardián de la fortuna personal del presidente ruso , supuestamente distribuida en diversos activos y cuentas bancarias, algunas en Suiza. Así lo aseguran algunos medios desde hace ya años.

Quien, de momento, se ha librado de las sanciones es Alexéi Miller, jefe de Gazprom. Su compañía le ha doblado el precio del gas a Ucrania y ha amenazado con cortar el suministro si no paga la deuda acumulada.

El economista ruso, Andréi Necháyev, cree que «las únicas sanciones que pueden llegar a influir negativamente en la economía rusa son las adoptadas contra Sechin». Por su parte, la politóloga del centro Carnegie de Moscú, Lilia Shevtsova, estima que «las sanciones no serán eficaces porque no pararán a Rusia». La experta admite, no obstante, que «complicarán la integración en Occidente a la élite rusa». Lo que sí está claro para Shevtsova es que «las sanciones estimularán al Kremlin a aislarse aún más del mundo exterior».

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