Vicky Martín Berrocal se derrite con su receta para estas Navidades: «El puchero de mi madre, ¡gloria bendita!»

«Sin ella no se hacer yo esta receta. ¿Nosotras que vamos a hacer? ¡El puchero de mi madre! Ingredientes: contramuslo, costilla de cerdo, morcillo de ternera, hueso de jamón, hueso blanco, espinazo, tocino... ¡y ya está!», es la introducción del vídeo para luego ponerse a la faena.

Los Berrocal son todo un imperio y estas Navidades volverán a reunirse por Navidad en torno a la mesa y seguro que no va a faltar este puchero que, desde luego, tiene una pinta deliciosa. Un plato que es toda una institución en España, y más por estas fechas, aunque cada cual tiene su versión. Esta es el puchero de la madre de Vicky Martín Berrocal.

Entre risas, las dos se reúnen en torno a una olla en la que van echando al puchero -«lavados», como recuerda la empresaria- los ingredientes que van a cocinar. Por allí desfilan esa carne variada y los huesos que darán sabor, unas verduras frescas, los imprescindibles garbanzos y ese toque final mágico de una madre: la paciencia. Ya lo dice Vicky Martín Berrocal: «Todo en esta vida tiene que ser lento: camina lento, habla lento, come lento como ella».

Cuando terminan de poner los ingredientes en la olla, la madre de Vicky advierte: «El chorizo lo echamos luego con la patata, cuando esté todo tierno». Y su hija recalca uno de los secretos: «El puchero no lleva aceite ni nada más». Porque pare ella, «un buen puchero tiene que hervir primero y luego se hace muy a fuego lento». Además, del chorizo, se añaden patatas, calabaza, un par de nabos, otras dos zanahorias, puerro y apio en una olla con agua.

El proceso comienza lavando bien la carne para que una vez se eche no ensucie mucho el caldo. No hace cortarla porque se cuecen las piezas enteras. A continuación, prepara las verduras, lavándola y quitando bien las pieles. Y todos los ingredientes van a la olla por este orden: contramuslo, costillar, morcillo, hueso de jamón, hueso blanco, espinazo, tocino, garbanzos, calabaza, nabos, zanahorias, puerro y apio. El chorizo y las patatas se reservan de momento para después.

A continuación, se agrega el agua, cubriendo todos los ingredientes que se han arrojado a la olla. Se hierve todo primero y luego se pone a fuego lento. El truco para que el puchero salga a la perfección es precisamente este: que se cocine a fuego lento. Es bueno quitar la tapa de vez cuando y espumar la suciedad que vaya saliendo a flote.

Después llega el turno del chorizo y la patata, una vez que todo esté ya tierno. Más o menos como a mitad de la cocción. Se deja hervir todo... ¡y listo!. Así se hace «el puchero de mi madre», según Vicky Martín Berrocal. Y pinta la mar de bien para estas Navidades.