Los secretos del diario de Isabel II: las palabras finales de la Reina en Balmoral

En una entrada que data del 6 de septiembre de 2022, Isabel II registró en su refugio escocés de Balmoral una breve pero significativa anotación: «Edward vino a verme». Este Edward Young, su leal secretario privado durante casi dos décadas, jugó un papel crucial en los preparativos para la transición hacia el reinado de Carlos III. Según Hardman, esta mención en el diario no solo refleja la rutina disciplinada de la monarca, quien mantuvo su hábito de documentar eventos clave a lo largo de sus 70 años de reinado, sino también la cercanía y confianza que mantenía con su equipo más íntimo.

El mismo día de esta entrada, la monarca realizó su última aparición pública, posando para los fotógrafos con un leve moratón en su mano derecha, resultado de una vía periférica utilizada para la administración de medicamentos. Este gesto, capturado y difundido rápidamente en redes sociales, mostró a una Isabel II serena y digna, incluso en sus últimos momentos de servicio público.

La visita de Edward Young no fue solo una rutina administrativa. Fue él quien tuvo la difícil tarea de comunicar el fallecimiento de Isabel II, una noticia que marcó el fin de una era. Tras este evento, Young se jubiló, siendo reconocido por Carlos III con varias condecoraciones por su inquebrantable lealtad y servicio. Sin embargo, no todos en la Familia Real guardan buenos recuerdos de él. El Príncipe Harry, en su reciente biografía, criticó duramente a Young, describiéndolo como «un hombre velludo y de cara ovalada que solía pasearse con porte tranquilo y majestuoso, como si el resto de la humanidad le debiera pleitesía».

Este contraste en las opiniones sobre Edward Young refleja las complejidades y tensiones que a menudo se esconden detrás de las puertas cerradas de la realeza. Mientras algunos lo ven como un pilar fundamental durante los últimos años de Isabel II, otros, como Harry, lo perciben de manera menos favorable.

Las palabras finales de la reina en su diario, aunque concisas, nos ofrecen una ventana a su mundo interior en un momento de transición monumental. Sentada en el apacible entorno de Balmoral, Isabel II demostró una vez más la dignidad y el compromiso que definieron su largo reinado.

A medida que el mundo sigue recordando y celebrando la vida de la Reina Isabel II, estos nuevos detalles nos permiten comprender mejor la persona detrás de la corona, sus últimos días y las relaciones que moldearon su legado.