Salen a la luz todos los detalles de la muerte de la Reina Isabel II

Después de la dimisión de Boris Johnson, el 7 de julio de 2022, la Reina deseaba que la transferencia de poder y la reanudación del nuevo gobierno fueran lo más rápidas y fluidas posible, incluso había planeado viajar para presidir la dimisión de un primer ministro y el nombramiento de otro en Londres . «Pensó que era más apropiado que arrastrar a dos políticos hasta Escocia y para después regresar», dice un ex funcionario del palacio al 'Daily Mail'. Finalmente cambió de opinión.

Sus médicos le aconsejaron no viajar. Todos estuvieron de acuerdo en que serían los políticos los que tendrían que acudir a su encuentro en Balmoral, la recepción duraría máximo una hora y sería alrededor de la hora del almuerzo. La Reina estaba decidida a saludar a ambos políticos con igual cortesía y mantenerse de pie mientras lo hacía. Así fue como, apenas dos días antes de su muerte, el mundo vio imágenes de una radiante Isabel II despidiéndose de un primer ministro y nombrando uno nuevo.

Boris Johnson estuvo alrededor de 15 minutos con la monarca: «Teniendo en cuenta lo enferma que estaba, qué sorprendente fue que fuera tan brillante y estuviera tan concentrada«, dijo más tarde Boris Johnson a los medios. Por su parte, Liz Truss charló con ella unos 20 minutos: »Ella se puso de pie para saludarme. Claramente no se encontraba muy bien físicamente«, explicaba.

De vuelta en Balmoral, el personal recuerda que la Reina parecía llena de energía después de los acontecimientos del día: «Estaba bastante animada mientras bebía algo antes de cenar y hablaba de los primeros ministros», dice uno de los asistentes. «Pero luego dijo que se subía y que cenaría sola«.

A la mañana siguiente, el 7 de septiembre, la salud de la Reina empeoró. La Reina dijo a sus asistentes que deseaba permanecer en cama todo el día, lo cual era muy inusual, por lo que decidieron llamar a su médico de cabecera, el Dr. Douglas Glass. Después de su visita, la Reina insistió en aparecer, a través de un enlace de vídeo, en la reunión del Consejo Privado prevista para esa noche. Minutos antes y por consejo de su médico, canceló su participación. «Entonces la gente pensó: 'Estas no son buenas noticias'«, confesaba el primer ministro Liz Truss.

En Balmoral, junto a ella, se encontraba su hija, la Princesa Ana y su hijo Peter Phillips, el nieto mayor de la Reina Isabel II. El Príncipe Carlos necesitaba tomar una decisión: ¿Debería seguir con lo de siempre o dejarlo todo y dirigirse a Balmoral por la mañana? No fue una elección sencilla. Carlos era muy consciente de que la segunda opción haría saltar todas las alarmas. A la mañana siguiente, la Princesa Ana volvió a llamar y le dijo al Príncipe Carlos que acudiera de inmediato. Un helicóptero le esperaba para el traslado. El príncipe Carlos avisó a su hermano y a sus dos hijos que hicieran lo mismo. No se trataba de una falsa alarma. El Príncipe Harry dice que recibió una llamada de su padre advirtiéndole que la salud de la reina había «dado un giro». 'Inmediatamente le envié un mensaje de texto a Guillermo para preguntarle si él y Kate volarían. ¿Si es así cuando? ¿Y cómo? No hubo respuesta«, compartió en sus memorias Harry. »Meg y yo analizamos opciones de vuelo«. En ese momento, escribe Harry, recibió otra llamada de su padre para decirle que debía acudir solo. El duque reconocía que su padre fue »absurdo e irrespetuoso« cuando explicó que no quería que Meghan fuera a Balmoral. En ese momento, su padre le explicó que simplemente no quería que hubiera tante gente en la casa y que la duquesa de Cambridge tampoco iría, respuesta que calmó al marido de Meghan.

La realidad es que no le habían pedido a Kate Middleton que se mantuviera alejada. Más bien, fue una decisión propia. Era el comienzo de un nuevo trimestre en una nueva escuela para George, Charlotte y Louis, y ella prefería que uno de los padres estuviera con ellos en un día tan importante. «Esto hizo que fuera mucho más fácil decirle a Harry que vieniera solo», reconocían desde palacio.

La Reina se encontraba tranquila en sus aposentos cuando, Carlos III y su mujer, Camila Parker Bowles, decidieron dejarla descansar, bajo la supervisión de la Princesa Ana, Angela Kelly (asistente personal de la Reina) y el reverendo Kenneth MacKenzie, que leía su Biblia mientras.

Poco después de las tres de la tarde, el doctor Glass recibió una llamada urgente para que subiera las escaleras. La Princesa Ana llamó urgentemente a Carlos para avisarle que era cuestión de minutos que la Reina falleciera. El doctor Dougie Glass redactó el parte de defunción. La muerte fue macada a las 3:25. Falleció de manera muy relajada, mientras dormía. El motivo de la muerte: Vejez. Ella no se habría dado cuenta de nada y habría muerto sin dolor.

El Príncipe Carlos no había llegado aún, cuando recibió la llamada Sir Edward Young secretario rivado de la Reina): «Su Majestad». No necesitó más explicaciones. «Ya casi llegamos», respondió el Rey en voz baja. Minutos más tarde, se detuvo frente al castillo, donde la Princesa Ana le estaba esperando para saludar a su hermano como nuevo el Rey.