El resurgir de Luis Miguel: «Con Paloma Cuevas tiene lo que siempre ha buscado, una familia donde arroparse»

«Yo corrí a mi papá por las cosas feas que me hizo, pero tengo esta carrera gracias a él», llegaría a confesar el propio Luis Miguel a su círculo íntimo. La exigencia de Luisito Rey con vástago fue fundamental en el éxito del cantante, pero el agradecimiento no es el suficiente como para olvidar las distintas situaciones a las que ha tenido que hacer frente por su culpa. Incluso llegó a temer por su libertad: su padre le generó un problema fiscal por el que casi ingresa en prisión. Así mismo, las polémicas de su progenitor y la presión mediática hicieron que Luis Miguel pensase en abandonar la música. «Es imposible echarme para atrás hoy; tuve la oportunidad de haberlo hecho pero ya pasó. Ahora debo continuar. Esto dejó de ser una aventura desde hace mucho, después de los 18 años de edad me planteé decidir si iba a continuar con mi carrera o me iba a retirar para dedicarme a otra cosa; finalmente, opté por continuarla y aquí sigo», deslizó el intérprete de 'La chica del bikini azul'.

Una decisión de lo más acertada. Los datos avalan que ha logrado consagrarse como uno de los artistas más aclamados por el público hispanoamericano: cuenta con cerca de 18 millones de oyentes mensuales en Spotify, tres veces más que los que registra Julio Iglesias -cuenta con 5 millones-, más del doble de los que percibe Miguel Bosé -tiene 7,6 millones- y muy superior a los de Isabel Pantoja que cosecha un millón. También en lo que concierne a sus conciertos. Ahora, Luis Miguel está inmerso en su nueva gira por España. Tras deleitar con su voz en Córdoba, Sevilla y Pamplona, este sábado llega a Madrid para actuar en el Santiago Bernabéu. Lo hará también el domingo.

La expectación es máxima y sus acérrimos ya cuentan los minutos para verle actuar sobre el escenario. Prueba de ello es que poco después de que las entradas saliesen a la venta consiguió colgar el cartel de 'sold out' en las dos fechas. Señalar que lo ha logrado incluso con «precios desorbitados». «En Madrid, la primera fila costaba 1.600 euros y la segunda 1.400. La gente ha hecho unos esfuerzos económicos brutales para poder ver a Luis Miguel. No es lo mismo hacer 'sold out' así que con precios de 100 euros», explica María, una de las directivas de 'Adict@s a Luis Miguel', el primer club de fans en España del artista, en conversación con ABC. Destaca la gran labor de los encargados de la organización de la gira, Iglesias Entertainment.

La creación de este club de fans se remonta a noviembre de 1984 tras una visita promocional de Luis Miguel en nuestro país: «Nos lo propusieron y dijimos que sí». Destacar que nació sin ánimo de lucro y sigue así en la actualidad. Entre sus tareas está la de organizar el desplazamiento de los integrantes, que se cuentan en centenas: «Solicitamos a los hoteles que nos hagan algún tipo de descuento. También hemos montado algunos autocares porque había muchas personas que tenían problemas para llegar a los conciertos». Lo vivido es lo que lleva a María a hacer todo sin cobrar: «Disfruto facilitando las cosas a la gente porque yo, en mi época, lo tuve difícil. Cuando viajé a México, no tenía con quien ir. Por aquel entonces, había cartas y después e-mails. Ahora, las redes sociales han facilitado las interacciones -tienen 47 grupos de WhatsApp abiertos-».

Cuando se cumplen 40 años de la creación de 'Adict@s a Luis Miguel', María reflexiona sobre la faceta artística del cantante mexicano: «El registro de voz que tiene Luis Miguel no lo he encontrado con nadie. Te puede cantar cualquier cosa y suena bien. Su registro de voz se lo permite todo. Al final, yo me quedo con el vozarrón que tiene. Y la puesta en escena igual. Es una leyenda viva de la música». Así, contra los que tildan a Luis Miguel de frío y prepotente, asegura que el intérprete «es adorable. No le gusta la prensa, pero con sus fans es cariñoso. Es muy humano, lo ponen de una forma de ser que no es». Para ello, ha querido compartir con este periódico una anécdota que tuvo lugar en 2018 durante un concierto en Valencia: «Hacía muchísimo calor y la gente, como era de pie, hizo cola desde la noche anterior. Cuando comenzó, empezaron a desmayarse». Además, gran parte de ellos decidió no ingerir líquidos «para no ir al baño y no perder el sitio». Tras percatarse de lo que estaba ocurriendo, Luis Miguel «paró y su equipo de seguridad ayudó a sacar a la gente. Pidió a todos que ayudaran y sacaron, en cuestión de 10 minutos, a 30 personas».

El resurgir profesional de Luis Miguel es innegable. Atrás quedaron las polémicas que hicieron correr ríos de tinta en la prensa internacional -en mayo de 2017 fue arrestado en Los Ángeles tras perder una demanda civil contra su exrepresentante William Brockhaus-. Sin embargo, le faltaba volver a conectar con él mismo en el plano emocional. Así opinaban Javier León y Juan Manuel Navarro en su proyecto literario sobre el cantante: «Su economía se saneó luego de estar arruinado y endeudado, pero su estabilidad emocional tiene pendiente la sanidad total. El mayor beneficio de su renacimiento profesional no debería estar en su cuenta bancaria, sino en su corazón». Y, en cierto modo, lo ha conseguido al lado de Paloma Cuevas: «Su estilo de vida ha cambiado totalmente. Con ella, tiene lo que siempre ha buscado, una familia donde arroparse», expresa la directiva de 'Adict@s a Luis Miguel'.

Pese a que no estaba entre el público, Paloma Cuevas sí disfrutó del concierto de Luis Miguel en Córdoba: «Estaba detrás del escenario porque la prensa buscaba hacerles fotos y él la protege», explica María, que pudo ver al 'Sol de México' rodeada de amigos y familiares del artista: «Yo estaba sentada en primera fila y tenía detrás a Estrella Morente y a su hija, que es muy amiga de la de Paloma Cuevas». Así, destaca que vio irradiando felicidad al cantante: «Está lleno de energía, como cuando estaba enamorado de Mariah Carey. Después del concierto de Valencia, habré visto más de 110 conciertos de Luis Miguel y ha tenido temporadas más bajas, pero ahora está enamoradísimo. Él está feliz».

Por último, quiere hacer un llamamiento a los que acudan a los conciertos del artista en su gira por España: «Los fans estamos sacando un corazón rojo hecho con cartulina o goma eva mientras canta 'La incondicional'. Es una canción dedicada a sus seguidores. En Córdoba, estaba más nervioso, pero en Sevilla la vio bien y le salió una sonrisa enorme. Lo hacemos para mostrarle el cariño que se le tiene en este país, que al final viene muy poco».