La prensa alemana duda de las muestras públicas de amor de Federico y Mary de Dinamarca: «Es una trampa»

Fue hace un año cuando se destapó el escándalo con unas fotografías comprometedoras de Federico paseando junto a Genoveva Casanova por Madrid. Luego vino la coronación como reyes de Mary y el propio Federico, y todo pareció difuminarse. Llegaron viajes juntos y gestos de amor en público, como si quisieran exponer en público que todo estaba bien. Pero ahora muchos recuerdan que el escándalo ho ha sido superado y que la «exageración« de sus actitudes públicas podrían indicar otra cosa. En definitiva: vuelven a resurgir con fuerza los rumores de crisis.

A Federico de Dinamarca le ha perseguido de siempre una fama de conquistador que no se quita. Le llamaban 'El Príncipe Turbo' por su afición a las salidas nocturnas, las escapadas y su pasión en las relaciones. Y ahora, 20 años después de su matrimonio con Mary, han vuelto a resurgir las especulaciones sobre la situación de la pareja real coincidiendo con el primer aniversario de la publicación de las imágenes entre el hijo de Margarita II y Genoveva Casanova.

La realidad es que la historia del monarca con la exmujer de Cayetano Martínez de Irujo, como apunta el diario 'Bunte', tuvo consecuencias. «El escándalo de infidelidad no solo sacudió a la familia real, sino que también arrojó una nueva luz sobre el matrimonio de Mary y Federico de Dinamarca, que perdió gran parte del brillo, el amor y la pasión que han manifestado a lo largo de estos años», señala el medio alemán.

Desde principio de año, y todavía más desde el verano, Federico y Mary de Dinamarca vienen ejecutando una agenda institucional inusualmente activa y pública. En verano se embarcaron en el llamado 'crucero del amor', en el que visitaron varios países del norte de Europa, y con críticas por los gastos desmesurados, y desde entonces no paran. Más recientemente se les vio en Copenhague «de muy buen humor y muy enamorados», según expuso la prensa.

«La química entre la pareja parecía ser perfecta. Se rieron y bromearon en el escenario. Incluso cuando accidentalmente Federico robó parte de su discurso a su mujer, no hubo reproches. Los dos se lo tomaron con naturalidad y no escatimaron en intercambiar sentimientos afectuosos», valoraron desde el medio 'Bladet Ekstra'.

Pero esta cita de la popular publicación danesa no convence en absoluto en Alemania, desde donde se vuelve a cuestionar la sinceridad de los gestos de afecto que se dedican en público los soberanos y debaten sobre su verdadera intención.

«Esa noche casi parecía como si se estuvieran acercando. María y Federico de Dinamarca buscaron repetidamente la cercanía mutua. El rey, incluso, le cogió la mano con fuerza a Mary sobre el escenario. Casi como si quisiera dejar claro que los dos, efectivamente, van de la mano, pero no logran zanjar las acusaciones actuales de trampa y los titulares negativos», sentencian con toda crudeza desde 'Bunte'.