Por qué Meghan Markle no abandonará nunca Montecito: sus negocios, sus contactos, las celebridades y su único apoyo familiar

Representantes de Carlos III y Harry se reunieron recientemente en un club privado y exclusivo de Londres para tratar lo que la prensa ha calificado como «un acercamiento» entre padre e hijo. Una cumbre que reveló 'The Mail on Sunday' y que marcó el eventual inicio de un proceso para intentar restaurar la relación entre los duques de Sussex y el resto de la Familia Real británica después de años de tensiones, entrevistas explosivas y acusaciones nada veladas que sacaron a la luz episodios familiares hasta entonces guardados bajo llave.

Pero, ¿qué papel cumple Meghan Markle en todo esto? Crucial, sin duda. Los defensores de la monarquía británica la acusan de ser la principal instigadora de que en 2020 los Sussex decidieran romper con todo y abandonar las islas para instalarse en la soleada California, en Montecito, para llevar una vida completamente diferentes, más propia de celebrities que de royals. No es ningún secreto que la exactriz nunca se adaptó a su figura de integrante de la Familia Real ni a las obligaciones de ese estatus ni tampoco a la convivencia dentro del Palacio de Buckingham.

Meghan Markle y Harry se instalaron en el exclusivo barrio de Montecito para construir desde allí un imperio con un proyecto extremadamente ambicioso que incluía -e incluye- programas de televisión, documentales, pódcasts, fundaciones, redes sociales, comercialización de mermeladas y muchas más cosas. Mientras tanto, empleados han ido yendo y viniendo, con contrataciones y despidos rutinarios. Todo, absolutamente todo, lo tiene la duquesa en Montecito. ¿Por qué iba a querer regresar con su marido a las islas en mitad de una hipotética reconciliación?

Ya lo avisaba el prestigioso experto real A.N. Wilson en 'Daily Mail': «Sospecho que Meghan nunca querrá regresar por mucho tiempo, seguramente nunca, a esta húmeda y diminuta isla. ¿Quién sabe qué brillante futuro imagina para sí misma?»

La idea de Meghan Markle cuando se mudó a Montecito con Harry era ampliar su red de contactos en California -principalmente con gente famosa y adinerada- con la que montar un imperio. Es vecina de muchas celebrities y frecuentemente estas aparecen por sus programas de Netflix y sus pódcasts. Es lo que le ha permitido adquirir la notoriedad que le faltaba en Inglaterra, donde eta imposible emprender cualquier iniciativa personal.

Y luego están las relaciones personales. No se conoce una sola amistad que Meghan Markle haya formado en el poco tiempo que pasó en Gran Bretaña. Todos sus amigos están en Estados Unidos, principalmente en la Costa Oeste. La estilista canadiense Jessica Mulroney es una de sus mejores amigas desde los tiempos en los que Meghan Markle protagonizaba la serie 'Suits'. También están el maquillador Daniel Martin, las actrices Drew Barrymore y Janina Gavankar, la productora Lindsay Roth, la tenista Serena Williams...

¿Y qué hay de su familia? Que se sepa, solo tiene un apoyo: su madre, Dorian Ragland, a quien tanto echó de menos desde Inglaterra. Ella fue el pilar fundamental para la duquesa de Sussex en lo que calificó como «linchamiento mediático» cuando se casó con el Príncipe Harry y después. «Me inspiro en las mujeres fuertes que me rodean, y mi madre es una de ellas, por supuesto. Mi enfoque se centra menos en la lucha y más en estar presente y sumergirme en el amor, la bondad y la generosidad», indicó recientemente Meghan Markle.

Así que, con todos estos elementos, ¿por qué iba Meghan Markle a querer marcharse de Montecito? Como resumía A.N. Wilson en su columna de 'Daily Mail' ante una eventual reconciliación: «La contrapartida sería que tendrían que abandonar algunos o todos sus proyectos comerciales, algo que ellos, y especialmente Meghan, no podrían tolerar. También descartaría cualquier ambición política de la duquesa, si es que la tiene». Y otra cosa nada menor: su orgullo.