Jennifer Lopez y Ben Affleck toman una importante decisión sobre la mansión que aún les une

Casi un año después de que la pareja anunciara su ruptura, la residencia que fue su hogar conyugal seguirá formando parte de su patrimonio común. Según ha adelantado la revista 'People', Lopez y Affleck han decidido retirar la lujosa propiedad del mercado tras no lograr encontrar comprador en más de un año a pesar de haber reducido varias veces su precio inicial.

La vivienda, valorada inicialmente en 68 millones de dólares, había sido uno de los símbolos de la unión de la artista y el actor, quienes la adquirieron poco después de darse el 'sí, quiero'. Tras el divorcio, acordaron ponerla a la venta en junio de 2024, primero de forma discreta y, más tarde, mediante una oferta pública que tampoco logró atraer a ningún interesado dispuesto a pagar la cantidad que pedían.

Ante la falta de ofertas convincentes, la expareja redujo el precio a 59,5 millones de dólares. Sin embargo, ni siquiera esa rebaja fue suficiente para cerrar un trato. Según una fuente citada por 'People', «aunque esperaban vender la propiedad, también dudaban en asumir una pérdida considerable. Bajaron el precio para conseguir más interés y, al no conseguirlo, les aconsejaron retirarla del mercado. Fue una decisión empresarial que tomaron juntos».

Un experto inmobiliario consultado por el mismo medio explicó que la venta de propiedades de ultra lujo en Los Ángeles atraviesa un momento complicado. «El mercado es difícil para los vendedores y especialmente para ese nivel de precios», apuntó. «Retirarlo del mercado hasta que haya un clima más favorable para el vendedor parece la decisión más inteligente», añadió el especialista.

Más allá de su valor sentimental, mantener la mansión tampoco resulta barato: según 'TMZ', solo el mantenimiento mensual supera los 264.000 euros y el seguro contra incendios podría costar más de 465.000 euros al año.

El inmueble, ubicado en una de las zonas más exclusivas de Beverly Hills, es un auténtico palacio moderno de más de 3.500 metros cuadrados. Cuenta con 12 dormitorios, 24 baños, varias cocinas, cine privado, gimnasio, salón de belleza, bodega, ring de boxeo, ático para invitados y un garaje con espacio para hasta 80 vehículos, rodeado de jardines, piscina infinita y vistas a las colinas angelinas.

De momento, la mansión quedará cerrada y fuera de los catálogos inmobiliarios. No se descarta que vuelva a ponerse a la venta cuando el mercado sea más propicio. Hasta entonces, la espectacular residencia permanecerá como uno de los últimos bienes que aún une, al menos sobre el papel, a una de las parejas más mediáticas de Hollywood.