Brooklyn Beckham rueda un anuncio a tres kilómetros de sus padres, pero se marcha de Londres sin verlos

El motivo del viaje relámpago fue participar en una sesión de fotos para la marca de ropa Moncler que para más escarnio fue titulada como «carta de amor a Londres». Y con Brooklyn estaba nada más y nada menos que su mujer, Nicola Peltz, a quien los Beckham consideran como la causante de todo el problema familiar.

Así que la pareja viajó en secreto al Reino Unido sin decírselo a sus padres ni a sus hermanos menores, a pesar de que el lugar de la sesión fotográfica estaba a solo tres kilómetros de la casa familiar de los Beckham en Holland Park, al oeste de Londres. También estaban a poco más de un kilómetro y medio de una exposición da la que David acudió como invitado. «Todo seguía igual para ellos mientras posaban para la lujosa marca francesa», dijo 'Daily Mail' sobre la actitud de la pareja.

Una fuente cercana a los Beckham reveló la «angustia» que sintieron David y Victoria cuando se enteraron de que iban a viajar de Los Ángeles a Londres para el trabajo. «Brooklyn y Nicola no tuvieron la cortesía de decirle a ningún miembro de la familia que regresaban a Londres. Brooklyn viajó 8.000 kilómetros y no quedó con nadie», dijo la fuente. Fue una cosa «vergonzosamente grosera», añadió.

Y la situación empeora para los Beckham si se conoce el comunicado de prensa que acompaña a las fotos. Brooklyn y Nicola, sin duda, echan sal a las heridas abiertas de sus padres con las siguientes palabras: «Londres guarda muchísimos recuerdos para los dos». Es lo que dijeron en su comunicado conjunto.

La cosa mejora todavía más con las siguientes líneas: «Nos dijimos 'te quiero' aquí por primera vez, así que volver siempre nos transporta a ese momento. Cuando Moncler propuso rodar esta campaña especial aquí, nos entusiasmó la oportunidad de dar vida a la atmósfera londinense». Por supuesto, no se menciona a David ni Victoria. Tampoco a la infancia de Brooklyn en la capital.

El final es apoteósico si se conoce lo que piensa la familia Beckham de la mujer de su hijo. «Nicola y yo nos movemos en sintonía. De eso se trata esta campaña: estar en sintonía el uno con el otro y con la ciudad que nos rodea, Londres, una ciudad que amamos. Compartir momentos en lugares especiales para ambos. Esta sesión fotográfica fue como una instantánea de nuestra vida: paseando por la ciudad, riendo entre tomas, luciendo prendas que usaríamos en nuestro día a día», concluye el díscolo hijo.