Francia elige a su miss más mayor, la primera de la isla caribeña de Martinica

La Martinica (370.000 habitantes) es una isla descubierta por Cristóbal Colón, antigua colonia francesa que hoy goza del estatuto Colectividad territorial francesa, y que rechazó la independencia y un estatuto autonómica particular hace años. Aimé Césaire (1914 - 2008), diputado, poeta, dramaturgo, ensayista, uno de los patriarcas del movimiento literario de la Negritud, es la figura cultural emblemática de la isla.

Víctima, muy joven, de la temprana separación de sus padres, Angélique Angarni-Filopon ha vivido entre Martinica y la «banlieue», la periferia suburbana de París, donde cursó estudios de contabilidad y economía, comenzó a trabajar como asistenta de dirección comercial antes de colocarse como azafata del Air Caraibes y Corsair.

Angelique Angarni-Filopon, que con 20 años ya había participado en varios certámenes de belleza, fue la elegida ahora, a los 34, por el jurado entre treinta candidatas finalistas gracias a un cambio de reglas que permite la participación de mujeres mayores de 24 años, así como de mujeres casadas o madres.

La nueva Miss Francia prefiere guardar un silencio absoluto sobre su vida íntima y familiar, pero tiene mucho sentido del humor, comentando su «vejez», recién elegida, en estos términos: «Desde que comenzó el concurso, todo el mundo me ha repetido, en mil ocasiones, que soy muy mayor, que ya tengo una cierta edad. Bueno, bueno… a mi modo de ver, treinta y cuatro años es una muy buena edad, bastante joven. Está claro que los treinta son los mejores años de la vida. Puedo confirmarlo, con alegría. Soy feliz. Mi ejemplo debe ser un modelo para las chicas de mi edad y para las chicas de la Martinica. Todo es posible en la vida…».

«Tuve la idea de presentarme al concurso de Miss Francia, cuando se modernizó el concurso, aceptando a mujeres de mi edad», continúa Angélique Angarni-Filopon, que agregó, tras conseguir el título que «cuando se tienen veinte años, se está aprendiendo a vivir. Se está buscando su propia identidad. Es a los treinta cuando comienzan a ser plenamente. Estás en plena juventud, pero ya sabes un poco de la vida…».