Actualización sobre el estado de salud de Concha Velasco: su entorno habla

Desde que ingresó, hace un año y medio, en la residencia Orpea Punta Galea, en el municipio madrileño de Las Rozas, el estado de salud de Concha Velasco no ha parado de copar titulares. Es más, el pasado diciembre, la actriz tuvo que ser ingresada en un hospital para someterse a un tratamiento. Así mismo, respondió favorablemente a este y pudo despedir el año, pese a que todo apuntaba que no iba a ser posible, fuera del centro hospitalario. Aunque esto no ha hecho que merme la preocupación por ella.

Pese a las informaciones y declaraciones de algunos de sus amigos en los que aseveran que se encuentra «delicada» -el pasado abril Pablo Sebastián deslizó que «se quedó chiquitita, tiene problemas de movilidad. Yo me acuerdo del día que fui, me dijo 'ayúdame', porque estaba sentada viendo la tele y para recostarla tuve que cogerla con cuidado de que no se cayera y ponerla en la cama, ella solita no podía. No se sostiene bien y va en silla de ruedas»-, está bien cuidada y atendida, en todo momento, por el personal de la residencia. Además, lo que más le gusta es recibir la visita de sus allegados.

Entre las últimas visitas se encuentra de la José Manuel Parada. El televisivo acudió a la residencia por petición del hijo de la artista, Manuel Velasco, el pasado octubre. Y después explicó en 'Fiesta' cómo la vio: «Estuve ayer toda la tarde. Pasamos la tarde entera y merendamos. Ella ve la tele y de repente se ve que aparezco yo en la tele y le dice a su hijo y como es que Parada no ha venido verme todavía», comenzó. Y fue ahí cuando aseguró que «eso de que dicen que su cabecita no, no, la cabeza la tiene estupenda».

Pero además de Parada, hay otros rostros televisivos que se desplazan hasta Las Rozas para compartir unos minutos con Concha Velasco. El último ha sido Jorge Javier Vázquez, tal y como ha desvelado el propio presentador en su blog semanal de la revista 'Lecturas'. «Tenía un aspecto estupendo. Me dio mucha alegría saber que recibe visitas sin cesar. Que su hijo tiene que modularlas escrupulosamente para que no se amontonen y así, todos aquellos amigos que deseen visitarla, puedan tener su momentito con ella», escribe el catalán.

Y como ocurrió con José Manuel, también fue invitado por su vástago: «Pasamos la tarde juntos. Vi a Concha exquisitamente atendida. Amorosamente cuidada por su hijo, que le recuerda constantemente anécdotas que provocan su risa. Esa risa tan característica como inconfundible de la Velasco». «Concha sigue con nosotros, sonriendo y recogiendo el cariño que ha sembrado después de tantísimos años de entrega a un público que no la olvida jamás. No podía ser de otra manera», añade el conductor de espacios televisivos.