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Salmonete, el sabor del mar

Pescados de verano (7)

El salmonete, a pesar de no ser muy popular, es un pescado de los más exquisitos para los que disfrutan del sabor del mar

Todas las críticas gastronómicas de Carlos Maribona

A medida que se va acercando su muerte, su piel se vuelve más rojiza
Carlos Maribona

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Con el final del verano llega la mejor época del salmonete. No es un pescado demasiado popular debido, sobre todo, a su gran cantidad de espinas, a un aroma y gusto potentes y a un precio por lo general elevado. Sin embargo, para ... quienes gustan del verdadero sabor a mar, se trata de uno de los más exquisitos. En el mercado hay dos tipos, los de roca (Mullus surmuletus) y los de fango (Mullus barbatus). Los primeros, más grandes y sabrosos, con intenso sabor yodado, suelen capturarse en el Cantábrico y son los más valorados, mientras que los de fango, de sabor más suave, habitan en suelos arenosos y son más frecuentes en el Mediterráneo. Estos viven cerca de la costa y se alimentan de todo tipo de pequeños peces, moluscos, crustáceos o gusanos que localizan y desentierran en la arena con los dos filamentos (barbillones) que poseen. Si quieren diferenciarlos, los de roca presentan un color rojo más vivo y su primera aleta dorsal luce unas bandas amarillas con manchas negras bien definidas, mientras que la de los de fango es incolora. Su hocico es más puntiagudo para poder capturar presas entre las rocas. Y además hay otra diferencia fundamental: el tamaño. Los del Mare Nostrum son, por lo general, más pequeños, rondando los 10 centímetros de talla. Los de aguas oceánicas son robustos y no es extraño que lleguen incluso hasta los 40 centímetros y ronden el kilo de peso.

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