Los 20 alimentos que no pueden faltar en una dieta diaria

Así lo afirma Álvaro Vargas , «coach» nutricional y autor de «A comer se aprende», quien los organiza en seis grupos: fruta, verdura, cereales integrales, frutos secos, semillas y aceite de oliva. «Comer un plátano al día estaría bien, aunque no tiene por qué ser obligatorio. Es un alimento muy nutritivo», insiste.

Regula los niveles de colesterol y disminuye la hipertensión. Es ideal tomarlo después de hacer ejercicio, nuestros músculos nos lo agradecerán.

Por su alto contenido en calcio y en magnesio, ayudan a mantener sanos y fuertes nuestros huesos. Es el fruto seco perfecto para el cerebro incansable de los niños.

Controla la cantidad de azúcar en sangre, ayuda a reducir el colesterol, mantiene la salud de arterias y del corazón. Con una pieza al día, mantendremos en forma nuestro corazón.

Una pizquita cada día en la leche o en una infusión ayudará a controlar la producción y eliminación de gases. Regula la glucosa en sangre, contiene antioxidantes que protegen e hidratan la piel.

Su contenido en grasas saludables ayuda a regular los niveles de colesterol, a bajar los triglicéridos y a mantener y mejorar la salud de nuestras arterias, previniendo algunas enfermedades cardiovasculares.

Es una planta de la familia del jengibre. Ideal para el estómago, ya que su zingibereno actúa contra las úlceras, favorece la digestión y evita los gases.

Fresas, granadas, arándanos, frambuesas y moras. Tienen en común un alto contenido en polifenoles, que ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares y controlan, también, la glucosa en sangre, reduciendo la posibilidad de padecer diabetes.

Es muy aconsejable agregarlo a la dieta diaria. Con una cucharada sería suficiente, pero queda prohibido si se padece intolerancia al gluten.

Es un magnífico tónico estomacal que ayuda a realizar mejores digestiones. Además, con una infusión de jengibre y limón se puede decir adiós al catarro.

Aumenta la producción de enzimas digestivas, estimula el páncreas, reduce la posibilidad de gases, fortalece y cuida nuestra flora intestinal y evita o reduce los síntomas de varios trastornos intestinales.

Una buena noticia: el chocolate se puede tomar a diario. Ahora, la mala: solamente un cuadradito, una pequeña cantidad y que sea puro, es decir, que no lleve ni leche ni azúcares añadidos. Nunca blanco, ya que es pura grasa.

Tonifica y fortalece nuestro estómago y es especialmente eficaz en problemas de acidez o gastritis. Ayuda a eliminar el exceso de líquidos, colabora contra la formación de cálculos renales, mejora la salud de uñas, piel y cabello.

Está indicada para el fortalecimiento de las uñas y el pelo, contribuye a la regeneración de las células de la piel, mejorando su elasticidad; tiene un elevado contenido en proteínas y es muy aconsejada tras la realización de ejercicio físico para que el músculo «crezca».

Son útiles para controlar el colesterol y proteger la salud de nuestro corazón. Colaboran en la salud de los riñones y el cerebro, fomentando la concentración y el buen funcionamiento neuronal y contrarrestando la pérdida de memoria —tomando 3 nueces al día—.

Su virtud más destacada es proteger de agentes externos perjudicales (virus, bacterias...), dando energía a nuestras defensas y poniendo en guardia nuestro sistema inmunológico. Además, es una buena fuente de antioxidantes, manteniendo en orden el crecimiento celular.

(Brócoli, coliflor, repollo, col rizada o kale, berza, coles de Bruselas, col lombarda y nabos). Contienen compuestos sulfurados potentes en la prevención de muchos tipos de cáncer, especialmente los de mama, próstata, páncreas o colon.

Es mejor comerlos cocinados que crudos, sobre todo porque el ajo crudo es un gran hipotensor, baja la tensión de golpe y no es muy recomendable; la cebolla cruda irrita la mucosa del estómago y a la larga puede derivar en gastritis o úlceras. Son buenos para el sistema inmunitario, reforzando y mejorando la flora intestinal.

Por su cantidad de fibra, son buenos para la salud del corazón y de las arterias, reducen los niveles elevados de colesterol y contienen una buena cantidad de hierro. Son una gran fuente de potasio para evitar calambres y mejorar la salud de los músculos.

Son gran fuente de Omega-3 y Omega-6, fundamentales para nuestro corazón; de vitamina A y C, buenas para los tejidos; de tiamina, para el sistema nervioso, y una buena fuente de hierro. No hay que abusar de su consumo: 8 al día sería la cantidad idónea.

Es el cereal más nutritivo, más equilibrado, más digestivo, el que ayuda a controlar los niveles de colesterol, los triglicéridos, a evitar el estreñimiento. Supone un buen aporte de vitaminasd el grupo B y vitamina E.