Suscribete a
ABC Premium

«Papá ¡no quiero que vengas a verme al partido!»

Un nuevo vídeo intenta remover conciencias entre los padres 'hooligan' que con su comportamiento no permiten a sus hijos disfrutar cuando juegan al fútbol y les someten a una gran presión e, incluso, maltrato

«Si tú estás mal, todo lo demás estará mal, incluida la armonía familiar»

La presión de los padres provoca en los niños estrés, baja autoestima e, incluso, abandono de la actividad deportiva
Laura Peraita

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Falta media hora para que empiece el partido de un niño cualquiera en un pueblo o ciudad cualquiera en nuestro país. El padre le acompaña y en el trayecto no para de darle indicaciones imperativas, de forma apresurada y sin dar derecho a réplica, ... sobre lo que el pequeño debe hacer y lo que bajo ningún concepto debe realizar sobre el campo de juego. Con un acalorado «¡hijo, a ganar!», le da una palmadita en la espalda y le empuja al césped con el nerviosismo propio de si fuera comenzar la final de una liga profesional. Pero no, son niños. Menores que intentan divertirse, hacer deporte y poner en práctica lo que sus entrenadores les ha enseñado durante semanas.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia