familia
«Mamá, quiero una lipo»
Los adolescentes deberían esperar, al menos, a cumplir 18 años para una operación de estas características
Una lipo, un pecho nuevo, un retoque de nariz... a las consultas de los cirujanos plásticos de toda España llegan todas las semanas adolescentes con este tipo de peticiones. Pero, ¿es lícito operar a alguien que todavía no ha cumplido la mayoría de edad? Dos de los mejores cirujanos de este país contestan: Depende. Aunque en principio, todos coincidan en que desde un punto de vista médico la cirugía estética —que es aquella que conlleva una modificación voluntaria para siempre de la imagen —, no está indicada en adolescentes que todavía estén en desarrollo, tanto físico como mental. Tanto para el doctor Agustín Granado, cirujano plástico del Hospital Nisa Pardo de Aravaca , como para Germán Blanco, jefe del Servicio de Cirugía Estética del Hospital Sanitas La Moraleja y vocal de la Comisión Deontólogica del Colegio de Médicos de Madrid , «este tipo de operaciones no son recomendables en menores de edad en absoluto, porque todavía no han acabado su desarrollo corporal ni personal, y hay que tener en cuenta los riesgos y complicaciones de aceptar un cambio físico definitivo». Este es, a su juicio, un grupo de edad muy particular, «donde las motivaciones para intervención pueden no surgir de un deseo maduro, personal y ponderado, sino de un afán de emulación o, lo más grave, de una presión extraña a su voluntad».
Los expertos coinciden en que esas operaciones no son recomendables en menores de edad
Es por esto que es fundamental la valoración por parte de un médico especialista en Cirugía Plástica Reparadora y Estética, ya que hay situaciones en las que el adolescente puede beneficiarse de un procedimiento quirúrgico hecho tras un adecuado estudio médico previo, y siempre en estrecho contacto con sus padres. Estos o sus tutores deben acompañar al joven en una primera consulta. «Aunque de vez en cuando hay algún chaval que llega solo y diciendo que tiene dinero para pagarlo», comenta Blanco. «A mi consulta incluso han llegado padres con más interés que el adolescente en que se llevara a cabo la operación», añade Granado.
Cuando esto no ocurre el adolescente y sus problemas pueden ser víctimas de intereses espúrios por parte de facultativos no cualificados, o por negocios poco claros que se ocupan de terrenos fronterizos entre la medicina y la cosmética. « Existe una línea roja muy grande que no se debería traspasar jamás, porque hay veces que ante un no, algunos chavales en estos estratos de edad pueden llegar a acabar en falsos médicos sin escrúpulos», añade el jefe del Servicio de Cirugía Estética del Hospital Sanitas La Moraleja . En los casos en los que Granado, el cirujano plástico del Hospital Nisa Pardo de Aravaca , ha declinado operar, sabe que estos se han acabado operando con otras personas. «Cuestión de ética de cada uno» , matiza.
Como en todo, excepciones
Pero hay distintas circunstancias en las que la cirugía estética sí está indicada en adolescentes. Una de ellas —de hecho también permitida en niños—, es la corrección de las malformaciones en orejas , o la corrección de nariz pero por sólo en caso de traumatismo o malformación grave. «Tampoco es lo mismo reducirle el pecho a una chica de 14 o 15 años cuando este desborda los límites, que poner una prótesis mamaria a otra de la misma edad que todavía no ha terminado su desarrollo. Ni quitar un acúmulo de grasa en la cadera totalmente desproporcionado, que hacerle una lipo a una joven que pese 55 kilos. Excepciones existen, como en todo», diferencia el vocal de vocal de la Comisión Deontólógica del Colegio de Médicos de Madrid.
Existe una serie de procedimientos para saber si la persona está preparada
Normalmente, los pacientes, cuando llegan a consulta, «vienen muy filtrados», indica Blanco. Esto ocurre gracias a que existen una serie de procedimientos estipulados para saber si la persona está preparada para una operación de estas características . Hasta los complejos deben depurarse desde el punto de vista médico. «Si lo que se detecta en la entrevista médica es un problema mental, o una actitud de fobia corporal, se derivará al paciente al psicólogo o al psiquiatra», apunta este especialista. Otras veces, pongamos por caso, aunque la joven presente una malformación mamaria en su desarrollo, se debe posponer la operación hasta los dieciocho años. Hasta el servicio de Cirugía Plástica del Hospital Nisa Pardo de Aravaca , cuenta Granado, han llegado casos de niñas de 12 años con mamas tuberosas, por ejemplo. «Es evidente que existe un trastorno físico, pero no se puede operar todavía, porque no ha alcanzado su madurez física y mental. Se le dice que se le operará, pero que tienen que esperar. En estos casos se necesita una colaboración de la familia muy estrecha », concluyeo.
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