Coronavirus Madrid
Familias de nuevo confinadas por coronavirus: emocionalmente exhaustas
Muchos padres empiezan el curso escolar como en los peores meses de la pandemia
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Iniciar sesiónNo ha terminado septiembre y los padres ya confinados se declaran desfondados y psicológicamente exhaustos, sin fuerzas para afrontar de nuevo el teletrabajo y el «cole en casa». «Vuelven a sentirse como en los peores meses de la pandemia, con la diferencia de que el ... resto del mundo sigue con sus rutinas, lo que es aún más frustrante», indica Ana Asensio, psicóloga de Vidas en Positivo . Estas dos velocidades «están haciendo mella en muchas familias, que se han visto obligadas a volver a la casilla de partida», resume Asensio.
No solo eso. «Es un momento complicado por muchos motivos», remarca José Ramón Ubieto Pardo, psicólogo y profesor de la Universidad Abierta de Cataluña (UOC) , quien ya está percibiendo ese tono bajo en consulta: «a estos nuevos confinamientos se suman además la acumulación de muchas pérdidas: de vidas, de vínculos, de recursos económicos, de trabajo... Después de haber vivido en verano un momento de apertura, de desescalada, de oasis… Ahora muchos ven cómo tienen que volver a empezar, que no pueden calcular nada...».
En los padres están empezando a aflorar sentimientos de rabia, indignación, incredulidad… Es el caso de Susana, madre de dos hijos en edad escolar que se encuentra ya confinada e inmersa en una montaña rusa emocional. «Es bastante frustrante pensar en la cantidad de cosas que nos estamos perdiendo, sobre todo los niños, que apenas habían empezado a ir al colegio », admite. A esta mujer, encerrada desde hace días en su dormitorio por diagnóstico positivo en coronavirus, le inunda además un sentimiento de culpabilidad enorme, aunque es plenamente consciente de que es muy dificil controlar todos los puntos de posible contagio aún cumpliendo las normas. «No puedo dejar de pensar dónde me he podido contagiar. Por un lado me siento culpable de que mis hijos estén pagando las culpas de mi contagio, además del miedo que me produce pensar que ellos lo puedan coger. Creo que es bastante triste saber que no les podemos garantizar un curso escolar normal o, al menos, presencial al 100 por cien . Racionalmente sé que no es justo sentirse así, pero emocionalmente es muy difícil pararlo», reconoce.
Imponderables
En estos casos, recomienda Asensio, «los progenitores deben ser conscientes de que son situaciones imponderables, que no están bajo su control. La culpa debe pasar a un segundo plano y hay que tirar de nuestra parte más racional e incluso tratar de ver la parte positiva, porque es algo por lo que todos vamos a pasar antes o después».
«Hay que hacer ese ajuste de pensamientos –corrobora Laura Palomares, psicóloga y directora del centro Avance Psicólogos –. Antes o después hay algo que se nos se puede escapar por mucho cuidado que tengamos. Debemos ser realistas y conscientes de que el confinamiento puede derivarse de nuestro propio diagnóstico, pero también por contagio por un compañero de clase, una reunión con los tíos, alguien asintomático.... El riesgo está ahí y mentalmente nos viene bien a todos prepararnos un poco y mentalizarnos de que es una posibilidad bastante probable además. Debemos aprender a convivir con el caos que conlleva este virus », concluye esta experta.
Mientras tanto, hay que tener extremo cuidado también con las emociones que puedan estar sintiendo los más pequeños. Cuando Susana comentó la situación con sus hijos se llevaron un disgusto tremendo. «Mi hija había empezado el cole y llevaba apenas tres días yendo, pero mi hijo mayor, que ha empezado 4º de Primaria, no ha llegado ni a ir. Hablé con la profesora y me dijo que preguntaban por él, que le habían guardado un sitio en el comedor y que tenían muchas ganas de verle. Eso le ha reconfortado y le ha hecho sentir mejor», afirma.
Mantener el contacto
«Es verdad que mientras los adultos nos vamos volviendo cada vez más rígidos, los niños son extremadamente flexibles y reaccionan bien ante los imprevistos, pero en el caso de los niños nuevamente confinados las familias deben buscar encarecidamente apoyo en su colegio y métodos alternativos de socialización», recomienda Asensio.
Es muy importante, prosigue la psicóloga de Vidas en Positivo, «que las familias con hijos ya confinadas hablen con los profesores y pidan a la clase que haga un dibujo o escriba una carta al niño que está en casa, que le envíen mensajes de voz, conectar por video llamada… Debemos tratar de mantener ese contacto con sus iguales y que estos sientan que se le echa de menos». Y que los padres, concluye Palomares, «aprovechen la ocasión para hablar con los hijos y darles mensajes alentadores y de apoyo: vuestros compañeros os están esperando y pronto vais a estar con vuestro grupo. Es importante transmitirles que todo volverá a estar en orden otra vez».
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