Las familias españolas malgastan 500 euros al año en comida

De las mil personas encuestadas, el 80% admite tirar comida a la basura. Trasladado al bolsillo esto son, aproximadamente, 40 euros al mes que al cabo de un año son 500 euros en total. La comida que más se tira en los hogares españoles son el pan, la bollería, la comida sobrante y la verdura. Un 20% de los encuestados señala que aprovecha siempre los productos caducados.

La mala conservación de la comida es el principal motivo por el que los alimentos acaban en la basura, y aunque la forma más común para mantenerlos en el frigorífico sea la de usar un «tupper» o el film de plástico transparente, hay pequeños trucos que pueden simplificar la tarea. El primer paso para una conservación óptima es diferenciar correctamente las fechas de consumo preferente y las fechas de caducidad, según Isabel Ávila, presidenta de la Confederación Española de Organizaciones de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios (Ceaccu).

En ambos casos, esta fecha indica hasta cuando se puede consumir un alimento con seguridad. La «fecha de caducidad» se implanta en aquellos alimentos perecederos que, tras un corto período de tiempo, pueden ser un peligro para la salud del consumidor. Es decir, no se deben consumir pasada la fecha que se indica. Por otra parte, la etiqueta de «consumir preferentemente antes de...» indica la fecha en la que los alimentos pierden su calidad, aunque no son peligrosos para la salud.

Además de distinguir entre «fecha de caducidad» y «consumir preferentemente antes de...» otros trucos que señalan desde Ceaccu son:

1. Colocar los alimentos en la nevera según su fecha de caducidad:

Tras realizar la compra, lo adecuado es colocar los alimentos recién comprados al fondo de la nevera y sacar los más atrasados delante. Así, se consumen primero los que más cerca están de su caducidad. El objetivo es evitar que los alimentos se pongan malos y terminen en la basura.

2. Organizar los alimentos en el congelador por familias:

Intentar colocar los alimentos por familias, es decir juntos, en el congelador evita la mezcla de olores y sabores. Esto es colocar la carne por un lado, el pescado por otro, etc.

3. Guardar carnes y pescados en recipientes herméticos:

Esto evita la sequedad de los alimentos, la mezcla de sabores y olores.

4. Colocación de los alimentos:

La carne y el pescado deben estar en la parte más fría, esta es la más cercana al congelador (suele ser en la parte de arriba o en la de abajo, en función de la disposición de la nevera). Las frutas y hortalizas durante los meses de frío no tienen por qué estar en la nevera aunque en verano sí, en cualquier caso su lugar es el cajón (o cajones) que tienen todas las neveras. La puerta está reservada para bebidas, salsas, huevos o mantequillas y la parte central de la nevera para los yogures y lácteos.

5. No mezclar los alimentos cocinados con los que están sin cocinar:

Con el fin de evitar la transmisión de bacterias.

6. Planificar la compra:

Comprar solo aquello que se necesita e ir a la compra con una lista hecha desde casa.

7. Comprar a granel:

Esto facilita que en la nevera solo se tenga aquello que se necesita y se va a comer.

8. Congelar por raciones:

Al congelar alimentos —estén cocinados o no— es aconsejable hacerlo por porciones para descongelar aquello que se vaya a consumir y que no sobre comida.

9. Limpiar frecuentemente la nevera con el fin de evitar el desarrollo de bacterias que, además, afectan a los alimentos.

10. Utilizar el pan duro para hacer pan rallado o tostadas. Es una forma de reutilizar el pan en vez de tirarlo a la basura.