«La calidad del semen ha bajado de forma muy llamativa en los últimos veinte años»

De hecho, según datos de la OMS, entre un 30% y un 50% de los hombres que se encuentran en edad fértil tienen una calidad seminal inferior a los parámetros estándares. El factor masculino, señalan fuentes de la clínica Juana Crespo, está directamente implicado en el 47% de los casos de esterilidad, entendida esta como la incapacidad para concebir. Y en los casos de infertilidad, es decir, la dificultad para tener hijos, el 30% tienen origen en el varón, debido sobre todo al factor seminal mencionado.

«Estamos en un momento que hay que cambiar la conciencia reproductiva, ahora nos ponemos muy tarde a tener hijos. Y luego los varones no tienen ese hábito de revisión ginecológica que tienen las mujeres, y hay que divulgar ese concepto de hacerse una revisión antes de ser padres », plantea Crespo.

En el caso de los hombres, explica, las prisas para ser padres no son tan acuciantes como en el caso de las mujeres, que nacen con una cantidad limitada de óvulos. «Ellos tienen una fábrica de producción constante de espermatozoides. El deterioro existe, pero es funcional y disminuye muy poco a poco . A los 50 años pueden tener su fábrica en funcionamiento», añade la doctora.

Pero, ¿por qué ha bajado este conteo del número de espermatozoides? «Hemos cambiado mucho nuestro estilo de vida, cada vez se tienen hijos más tarde, y el cambio climático (los pesticidas, plásticos como los ftalatos…) están empeorando nuestra salud reproductiva, van en paralelo. Por un lado están estos factores medioambientales, pero también nos afecta el estrés. Cuando alguien está muy estresado, su cerebro está en estado de alerta y el cerebro anula las funciones que no son indispensables, la primera la reproductiva, seguida de la inmune y la digestiva. Las condiciones de vida, el sedentarismo… Todo eso influye en estos desequilibrios », responde Crespo.

Sin embargo, destaca esta doctora, las técnicas de reproducción asistida han avanzado tanto que la infertilidad masculina se puede resolver de una forma relativamente sencilla: «La fisiología del aparato reproductor femenino es infinitamente más compleja. Llevar un espermatozoide hasta un óvulo es sencillo, el único caso sin solución es aquel en el que no hay ni un espermatozoide en el semen, y eso es muy raro si no es por una enfermedad genética o similar, ocurre quizás en uno de cada cuatrocientos casos, muy pocos. La donación de óvulos, en cambio, es mucho más frecuente».

Aunque muchos problemas de fertilidad tengan hoy solución gracias a la ciencia, insiste Juana Crespo, es importante que tanto la sociedad como los poderes públicos sean conscientes de que hay que « potenciar los programas para preservar la reproducción y aprender a defenderla». «Si no, no seremos sostenibles como civilización», lamenta.